Josef Grünwidl

Grünwidl vence las “dudas” y, diez meses después, acepta suceder al cardenal Schönborn como arzobispo de Viena

  • Tras un largo discernimiento, ha aceptado que “Dios no necesita que sea perfecto, sino que esté disponible”
  • Su predecesor, que ha marcado a la Iglesia austriaca (y europea) durante 30 años, feliz: “¡Nuestra arquidiócesis está en buenas manos!”