Pliego
Portadilla del Pliego nº 3.208
Nº 3.208

El ecumenismo, tarea esencial del obispo

El XXV aniversario de la encíclica sobre ecumenismo de Juan Pablo II, ‘Ut unum sint’ (25 de mayo de 1995), ha querido dejar a toda la Iglesia dos valiosos regalos, tal y como anunciaba el papa Francisco en su carta al presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, el cardenal Kurt Koch, del 24 de mayo de 2020: “Me complace acoger dos iniciativas recientes. La primera es un ‘Vademécum ecuménico’ para obispos, que se publicará el próximo otoño como estímulo y guía para el ejercicio de sus responsabilidades ecuménicas. (…). La segunda iniciativa es la presentación de la revista ‘Acta Oecumenica’, que, en la renovación del Servicio de Información del Dicasterio, se propone como un subsidio para quienes trabajan para el servicio de la unidad”.



Ambas iniciativas se han hecho realidad. A mediados del verano, se publicaba la revista anual ‘Acta Oecumenica’ y, el pasado 4 de diciembre, se presentaba el ‘Vademécum ecuménico’ en la Sala de Prensa de la Santa Sede. Un acto, que –debido a las circunstancias de la pandemia– fue ofrecido en ‘streaming’.

Parece que las circunstancias actuales, en las que los flujos migratorios hacen más urgente el diálogo interreligioso, han hecho que la causa ecuménica haya pasado a ser secundaria en la vida de la Iglesia. Este documento, sin embargo, dirigido especialmente a los obispos, supone un nuevo impulso a la tarea ecuménica y vuelve a situar el ecumenismo entre las prioridades esenciales de la misión de la Iglesia.

Es por ello que, en el contexto de la celebración de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, conviene una presentación de este documento, para que se posibilite una recepción paulatina en todos los ámbitos de la vida eclesial, sea de sus principios esenciales como de sus propuestas más concretas, de manera que siga ayudando a la “conversión ecuménica” de aquellos que están llamados a ser servidores de la unidad en sus respectivas diócesis. Como “una guía, una brújula o un compañero de viaje, para el camino ecuménico del obispo junto a su diócesis”, definía el ‘Vademécum’ el cardenal Koch en su presentación del 4 de diciembre.

Como todos los documentos, este, que ha sido trabajado por los miembros y los consultores del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos durante tres años, tiene un trasfondo que lo enmarca y da solidez a sus líneas directrices: el decreto ‘Unitatis redintegratio’ (UR) del Concilio Vaticano II, la encíclica ‘Ut unum sint’ (UUS), y los documentos del Pontificio Consejo, ‘Directorio para la aplicación de los principios y normas sobre ecumenismo’ (1993) y ‘La dimensión ecuménica en la formación de quienes trabajan en el ministerio pastoral’ (1998). Sin embargo, no se trata de una repetición de estos documentos, sino, más bien, de una presentación más sintética y más breve, enriquecida y actualizada, de manera que pueda ayudar a los obispos en el desarrollo de la acción ecuménica en sus diócesis. Y de ahí que, por tratarse de un documento de fácil manejo, apto para una consulta rápida, reciba el nombre de vademécum, aunque no sea una obra a la que acudir para resolver todas las dudas que se plantean continuamente en la acción ecuménica, como, por ejemplo, las que atañen a la comunión de vida espiritual y sacramental. Para ello, será más útil acudir al ‘Directorio Ecuménico’ (DE).

Quizá la aportación más novedosa respecto a documentos anteriores pueda ser el elenco de recomendaciones prácticas ofrecidas al final de cada sección, con las que se invita al obispo a llevar a cabo iniciativas concretas en este campo, muchas de ellas bastante sugerentes e inspiradoras. Tampoco le vendría mal al documento el subtítulo de “Orientaciones pastorales para la acción ecuménica”. (…)

La aparición del ‘Vademécum’ en el XXV aniversario de la encíclica ‘Ut unum sint’ ha de ser un nuevo estímulo para que la Iglesia haga del camino ecuménico su propio camino de un modo más pleno. Y así pueda situarse en esta nueva época que le ha tocado vivir con un renovado estilo dialógico en todas las facetas de su ser y de su misión. Esto conlleva un modo renovado de formar a sus miembros en la apertura a la diversidad, sin que por ello se vea mermada la identidad propia, pero teniendo en cuenta que esta identidad ha de construirse en diálogo.

No empezamos de cero en el ecumenismo, hay mucho andado, y mucho por lo que dar gracias. Es tiempo de revisiones y de emprender iniciativas concretas en favor de la unidad. Y todo ello sin dejar de caminar, pues –como nos recordó el papa Francisco en la Semana de Oración por la Unidad de 2014– “la unidad no vendrá como un milagro al final: la unidad viene en el camino, la construye el Espíritu Santo en el camino”.


Índice del Pliego

El regalo del ‘Vademécum’

Guía y brújula para el obispo

¿Vademécum u orientaciones pastorales?

Estructura del documento

El ecumenismo, intrínseco a la naturaleza de la Iglesia y ministerio fundamental del obispo

¿Estructuras ecuménicas consolidadas?

La formación ecuménica, ¿una tarea pendiente?

Medios de comunicación ecuménicos

El ecumenismo espiritual

El diálogo de la caridad y de la verdad

El diálogo de la vida

CONCLUSIÓN

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