Editorial

Dinamizar la Vida Religiosa

Compartir

La Conferencia Española de Religiosos (CONFER) celebra el XXV aniversario de la fusión en un solo ente de las dos instituciones que aglutinaban, hasta entonces, a las congregaciones femeninas y masculinas de nuestro país. Y lo han hecho, en el marco de una asamblea general que ha puesto en valor el camino de la corresponsabilidad en la misión desde la igualdad recorrido por religiosos y religiosas.

Este tiempo ha permitido sumar fuerzas a una vida consagrada que ha sabido presentarse como voz profética en medio del mundo, pero también en medio de la Iglesia, a pesar del envejecimiento y la carestía vocacional. Esta fidelidad creativa que les ha llevado a trabajar a pie de calle y, por tanto, en las fronteras pastorales y teológicas, también ha generado incomprensión en no pocos ámbitos eclesiales. A pesar de ello, siempre con mano izquierda y primando la comunión, la CONFER no ha cejado en su empeño de aterrizar el Vaticano II, tanto en las comunidades como en las obras apostólicas, y en todos los lugares donde se ha hecho presente.

Prueba de ello es que cuando el primer Papa jesuita de la historia invitó a la Iglesia a ponerse en salida, en estado permanente de misión, a los consagrados españoles no les cogió con el pie cambiado. Todo lo contrario. En la mayoría de los casos, aunque con algunos signos de desgaste y agotamiento, las propuestas del pontificado bergogliano llegaron con sus particulares hospitales de campaña ya en marcha. Así lo atestigua Francisco en la carta que les ha enviado, donde reconoce “el camino realizado como CONFER cargado de ejemplos de santidad oculta y silenciosa”.

Con este mismo talante, CONFER afronta su presencia en medio de una sociedad secularizada. Y lo hace con el convencimiento de la corresponsabilidad en esta misión de los laicos que conforman sus familias carismáticas, y con una apuesta firme por la intercongregacionalidad como signo de la entrega compartida a los últimos. Así lo reafirma también Francisco en su misiva, en la que les llama a no “ser héroes ni modelos, sino a estar con aquellos con los que sufren y acompañan”.

Así es como CONFER está llamada a dinamizar la Vida Religiosa en España, con la audacia y pasión necesarias para promover cuantos procesos de reorganización sean necesarios en los institutos de vida consagrada, para servir en plenitud a su vocación, para no dejarse atrapar por las estructuras ni las obras, sino por la pasión misionera, pero también para ser voz evangélica que arriesgue y se haga escuchar dentro y fuera de la Iglesia. Y todo, con la certeza de que, como señala el lema de esta Asamblea, Dios promete “un futuro lleno de esperanza”. Y siempre cumple.

Lea más: