Se ha vaticinado en varias ocasiones el fin de la parroquia y del sistema pastoral establecido alrededor de esta antigua institución. Los cambios sociales acelerados y profundos, hasta llegar a una verdadera mutación o cambio de época, han llevado a algunos a considerarla desfasada. Sin embargo, la parroquia tendrá futuro siempre que consiga renovarse y ser instancia de proximidad al servicio, como desea el papa Francisco, de una Iglesia en salida misionera