Autores

Patricia Rosety

Eran las cinco de la mañana

Sin aviso, sin explicaciones y sin piedad, cientos de policías, y por orden de no se sabe quién, desalojaron en El Seibo a más de 60 familias de sus humildes viviendas. Las excavadoras entraron en sus casas sin preguntar. No importaba si había gente o no.