Arturo Sosa reclama “valentía para seguir el camino que Dios” a través de los que sufren por el coronavirus

El superior general de los Jesuitas, Arturo Sosa, ha participado en un encuentro virtual para comentar las prioridades de la compañía en una época de incertidumbre por el coronavirus. En estos tiempos de incertidumbre, Sosa ha invitado a la “contemplación de Jesús en la Cruz a través de los crucificados por esta pandemia y por las injusticias del mundo”. En este sentido, la cercanía a quienes están sufriendo por el virus forma parte del sentido misionero que tiene la compañía.



Atendiendo a los enfermos

Antes quienes están preocupados por los problemas sociales de los países enriquecidos que esta pandemia ha borrado de la mente, el jesuita ha hecho una llamada a preocuparse “por todas las personas que sufren ya que el virus ha planteado un reto en la defensa de la vida”. Para Sosa, la fe cristiana no permite “ser indiferentes a las injusticias del mundo” y los más pobres de mundo deben de estar presente en la vida espiritual, en la intelectual para pensar nuevas formas de superar estos problemas y en el compromiso social de la Compañía de Jesús.

Arturo Sosa ha propuesto el ejemplo de san Luis Gonzaga para estos momentos, ya que “murió dando su vida por los demás atendiendo a los enfermos durante una pandemia”. Ha invitado a la acción en todo lo que se refiera a “cuidar de las personas cuidando también de uno mismo”. Y ante “la fragilidad” que las personas están experimentando en estos momentos, ha invitado a “no olvidar nunca a Jesucristo”.

Valentía pastoral 

En tiempos sin misas, el superior ha invitado a los sacerdotes ser “más flexibles” para estar más cercano a la gente más allá de la liturgia. Ha invitado a ser “más audaces” en sintonía con el papa Francisco y lo que “el espíritu de Dios pide a la Iglesia en este momento”. Señalando el ejemplo de Abrahán que deja todo atrás para seguir el camino que Dios les muestra ha pedido a cada jesuita “valentía para seguir el camino que Dios marca a través de los pobres en este momento”. Este es el auténtico sentido “de la obediencia religiosa”, apuntó.

Estos momentos son también una oportunidad para “tener más en evangelio en las manos en comunidad, en familia, cada uno…” Los evangelios pueden acompañar e inspirar a través de “la contemplación del camino de Jesús a Jerusalén”, añadió. “La historia de Jesús es la historia de la humanidad y se encuentra un verdadero sufrimiento que lleva a la Resurrección”, señaló Sosa. 

Recordando al superior general Peter-Hans Kolvenbach, ratificó las cinco “Preferencias apostólicas” y cómo se siguen materializando hoy en día. Estas preferencias son África, China, el apostolado intelectual, las casas interprovinciales de Roma y los migrantes y los refugiados. Una traducción que pasa por “mostrar el camino de Dios, caminar con los excluidos, acompañar a los jóvenes en camino y cuidar de nuestra casa común”.

Noticias relacionadas
Compartir