Cuando la pasada semana fue elegido presidente de la Conferencia Episcopal Española, sobre la mesa de trabajo del cardenal Juan José Omella se encontraban el aterrizaje de las reformas de Francisco en la Iglesia española y establecer un marco de diálogo en las relaciones con el Gobierno de coalición de Pedro Sánchez.
Sin embargo, la pandemia del coronavirus ha barrido todas esas preocupaciones. Pero, ¿las celebraciones de Semana Santa están en peligro? “Vamos a ir viendo. Tenemos que responder a cada momento. Cada mañana nos dan nuevas indicaciones. No vamos a acelerarnos ni quedarnos atrás. Vamos a ir todos al mismo ritmo, que es lo que da serenidad”, aseguraba esta mañana el presidente de los obispos en una entrevista en Radio Nacional de España.
Precavidos y prudentes
“Tenemos que estar muy precavidos y prudentes ante esta pandemia. Tomaremos la decisión conjuntamente. He estado en diálogo con el Ministerio de Sanidad, vamos a ir de la mano”, añadió. En este sentido, matizó que hay que tener en cuenta las medidas que se adopten, según el avance de la enfermedad en la región para aplicarlo más o menos “severamente”.
Ante el colapso del sistema sanitario público, Omella fue contundente al referirse a la disponibilidad de los hospitales de titularidad eclesial: “Absolutamente”.
Iglesias abiertas
El también arzobispo de Barcelona considera que deben reducirse los encuentros masivos, sean misas, funerales y catequesis. “La gente que no está riesgo puede celebrar la eucaristía”, comentó, siempre teniendo en cuenta las medidas que vaya marcando el Ministerio de Sanidad. En este sentido, defendió que, de momento, sigan abiertas las iglesias como “signo de cierta esperanza, para estar un ratito sin aglomerarse, guardando la prudencia que se nos indica”. Desde ahí, comentó que “la misa se pueda seguir desde la televisión y la radio”.
Omella planteó aplicar de forma particular el refrán ‘A Dios rogando y con el mazo dando’: “Es necesario rezar porque Dios está por encima de nosotros, Él es quien nos guía y nos ilumina, pero tenemos que aplicar las normas de prudencia. Hay que dejar que el corazón pueda explayarse”. “Somos muy dados a hacer lo que nos da la gana cada uno en nuestro país, pero ahora es el momento de seguir los consejos y ser más disciplinados”, añadió.
Mesa de diálogo
Más allá de la emergencia sanitaria, Omella insistió en la necesidad de una mesa de diálogo con el Gobierno y demás instituciones “para trabajar por el bien común” en materias como la reforma educativa y los impuestos. De hecho, ha confirmado que ha mantenido una primera conversación con la vicepresidenta, Carmen Calvo, y que será ella su interlocutora directa. “No hemos entrado en temas”, apuntó.
Preguntado por su visión de VOX y Podemos, explicó que, más allá de su visión personal, “institucionalmente cuando un partido democráticamente es válido y tiene su sitio en el parlamento, merece todos los respetos, no demonicemos a nadie”.
