Arranca el Sínodo alemán: se busca “un plan realista” para reformar la Iglesia

  • El cardenal Marx preside en Frankfurt la apertura de la asamblea que en dos años buscará soluciones al clericalismo, la vida sacerdotal, la moral sexual y el papel de la mujer
  • El pleno aprueba que solo serán validas las resoluciones respaldadas por mayoría femenina
  • El arzobispo de Colonia se opone al proceso: “Es un parlamento pseudoprotestante”

El Camino Sinodal de la Iglesia católica alemana es una realidad. Este fin de semana se ha dado en Frankfurt el pistoletazo de salida a dos años de reflexión donde se buscarán respuestas a cuatro ejes temáticos: el poder y el clericalismo, la forma de vida sacerdotal, la moral sexual y el papel de la mujer en la Iglesia.

Estos tres primeros días de trabajo en la quinta ciudad más importante del país han servido como puesta de largo de una iniciativa que se forjó tras la crisis de los abusos sexuales que azotó a los católicos germanos en otoño de 2018.



Allí se reunieron los 230 miembros de la Asamblea Sinodal, en un primer encuentro donde se han puesto las bases sobre los estatutos de trabajo, esto es, las reglas del juego como la presentación de propuestas, sistema de votación, grupos de trabajo… De hecho, han sido aprobados con 187 votos a favor. En total, los 230 miembros de la Asamblea pertenecen a la Conferencia Episcopal, al Comité Central de Católicos, así como representantes de congregaciones, movimientos y realidades eclesiales, de otras confesiones, agnósticos… Con el deseo de no generar bloques monolóticos, hasta la disposición en la sala de reuniones se ha hecho por orden alfabético.

Dos tercios necesarios

Resulta llamativo que, a pesar de que no haya mayoría de mujeres en el pleno, en estas jornadas procedimentales sí se haya aprobado un elemento que busque ser corrector: al margen de los dos tercios necesarios para adoptar cualquier cambio, se requerirá que haya una mayoría femenina a favor en cualquier votación para las resoluciones sean válidas.

Desde este primer encuentro, el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, el cardenal Reinhard Marx, hizo un llamamiento a buscar un “plan realista” para posibles reformas eclesiales en los próximos 24 meses de escucha y discernimiento.

Cooperación y respeto

Consciente de todas las suspicacias generadas por el foro de reflexión más amplio en participación y tiempos convocado hasta la fecha en el continente europeo, en este arranque, el purpurado ha querido insistir en que se enmarca dentro de los cánones establecidos por la Santa Sede. De la misma manera, hizo un llamamiento a trabajar desde la cooperación y el respeto: “Todos sabemos que las discusiones en las próximas reuniones sinodales serán mucho más conflictivas”.

Desde Frankfurt, Marx no tuvo problema alguno en reconocer los límites de este proceso de tal manera que explicó cómo en dos años no se podrá cumplir con la petición de la ordenación como sacerdote de mujeres. “No podemos resolver todos los problemas, pero sí se puede trabajar para proponer sugerencias a la Iglesia universal”.

Un sinsentido

En esta misma línea, se ha pronunciado Thomas Sternberg, el laico elegido para liderar este camino sinodal como presidente del Comité Central de los Católicos Alemanes. Sternberg negó que la Iglesia alemana quiera funcionar al margen de Roma, lo que sería para él “un sinsentido total”. Así, explicó que habrá decisiones que se tomen que puedan implementarse directamente en Alemania, otras que precisarán del visto bueno de Roma y alguna que otra que tendrá que poner en manos del Papa y que “no podrá ser respondida fácilmente”.

Sobre la mayoría de dos tercios necesaria para que se avalen cualquier tipo de iniciativa, Sternberg hizo un llamamiento para los obispos que ya han mostrados sus reticencias sobre la Asamblea para que asuman el significado de la palabra sinodalidad.  Y es que, el cardenal arzobispo de Colonia, Rainer Maria Woelki ya habría manifestado una queja formal cuestionando los procedimientos al considerar que se habrían ignorado propuestas y enmiendas.

Modelo de organización

“¿Desea la sinodalidad, como siempre exige el Papa, o desea un viejo modelo de organización de la Iglesia del siglo XIX?”, contestó públicamente Sternberg a Woelki por sus críticas que ha llegado a calificar la asamblea sinodal de “parlamento de una iglesia cuasi-protestante”.

Tras este primer encuentro en Frankfurt , el pleno de la Asamblea como tal no se volverá a reunir en otoño. Durante este lapso, se reunirán los cuatro grandes grupos de trabajo temáticos para ir avanzando en el análisis de la realidad y formulación de propuestas.

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