La Iglesia nicaragüense lleva unos meses adoptando una tensa y persistente insistencia para mantener vivos todos los resquicios de paz y reconciliación en medio de una tensión social sin precedentes. El estos últimos compases, con el diálogo social entre Gobierno y oposición en marcha, con la Iglesia velando para que se den una mínimas garantías, el nuncio vaticano en el país, Stanislaw Waldemar, ha sido protagonistas inesperado de la noticia por haber invitado –presuntamente– a algunas manifestantes a rebajar el tono de sus protestas.
Algo que ha saltado a la luz al viralizarse la denuncia en vídeo de una manifestante crítica con el gobierno de Daniel Ortega que ha sido recientemente liberada de la prisión. Es la líder estudiantil Yaritza Rostrán quien, en prisión, promovió una huelga de hambre. En la grabación, la activista cita al propio nuncio valorando como malo el hecho de protestar contra Ortega.
“No voy a ser nunca un obstáculo”
Waldemar forma parte, como “testigo y acompañante” de las negociaciones políticas y, en un encuentro con los medios, denunció las mentiras que están minando todo el proceso de diálogo. En esta clave, ante las acusaciones de la activista señaló: “Yo estoy poniendo toda mi alma para una causa que no es mía, es de ustedes” y definiéndose como imparcial pero no como neutral. De origen polaco, el nuncio insistió de forma enérgica: “Yo no tengo intereses… ¿quieren que este país salga de esta situación o quieren estar viviendo otros diez meses con esta actitud donde se estaba pidiendo dialogar?” “Yo no voy a ser la solución, pero no voy a ser nunca un obstáculo”, destacó especificando su papel mediador.
El hecho se habría producido en un encuentro del nuncio con un grupo de reclusas de la cárcel femenina de ‘La Esperanza’ y sale a la luz precisamente tras la liberación, estos últimos días, de 150 presos encarcelados por sus protestas contra Ortega –medida en la que el nuncio se habría implicado–.
