Roman Ivashchenko huyó de Ucrania junto a su mujer y sus tres hijos apenas comenzó la guerra. “Teníamos nuestra vida en Ucrania, nuestro trabajo, nuestros hobbies, nuestros estudios, podíamos ir a otros países de vacaciones, pero llegó la guerra y entonces tomamos la decisión de poner a salvo a la familia, y decidimos venir a España”, comenta. La familia se trasladó a Elche (Alicante) donde fue acogida en una residencia de Cáritas Orihuela-Alicante.
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“Me ha emocionado mucho cómo los españoles han reaccionado con lo que ha pasado en Ucrania, cómo han acogido a las familias”, asegura. Pese al sufrimiento que ha supuesto dejar su hogar y sus vidas en Ucrania, Roman asegura que ha sido la única decisión posible. “Después de un año aquí, nunca me he arrepentido de haber venido. Todavía sigo encontrándome personas todos los días que quieren ayudar a mi familia”, asevera.
“Nosotros teníamos nuestra vida en Ucrania, teníamos nuestro trabajo, nuestros hobbies, nuestros estudios, podíamos a otros países de vacaciones, pero llegó la guerra y entonces tomamos la decisión de poner a la familia en un sitio seguro”, dice en un vídeo.
Una vida normal
“Sigo encontrándome todos los días con personas que quieren ayudar a mi familia y estoy muy agradecido a todos y sobre todo a Maricarmen de Cáritas por todo el apoyo que han proporcionado a mi familia”, dice Ivashchenko.
“Con toda vuestra ayuda hemos podido empezar una nueva vida, una vida normal. Mis hijos han empezado desde el primer día que llegamos aquí a ir al colegio. Los niños han sido recibidos superbién”, asevera.
Su vida, dice, “ha cambiado de una vida normal en Ucrania a una vida normal aquí”. “Cada uno está haciendo lo que le gusta”, añade, aunque asegura que “seguimos sufriendo por todo lo que está pasando en nuestro país”.
