Los obispos de Colombia celebran la puesta en marcha del histórico Estatuto de Protección Temporal para Migrantes Venezolanos, implementado por el gobierno de Iván Duque y que permitirá la regularización de 1.700.000 personas, con lo cual podrán integrarse a la vida productiva del país.
“Las personas migrantes, refugiadas, desplazadas y las víctimas de la trata se han convertido en emblema de la exclusión porque, además de soportar dificultades por su misma condición migratoria, con frecuencia son objeto de juicios negativos o de rechazo social”, han explicado.
Por tanto “es necesario avanzar hacia actitudes e iniciativas que promuevan la dignidad humana de todas las personas independientemente de su procedencia en la línea de la histórica capacidad de acogida de nuestro pueblo”.
Un acto de fraternidad
Los prelados auguran que la implementación de este mecanismo de protección “será un acto fraterno que abre las puertas para garantizar que esta población que llega a nuestro territorio pueda disfrutar de los derechos fundamentales de todas las personas y pueda acceder a oportunidades para una vida digna”.
Además ratifican el llamado de papa Francisco a los gobiernos para que acojan a todos los refugiados que puedan ser integrados en sus respectivos países, porque “en su encíclica ‘Fratelli Tutti’, el Santo Padre le dice sí a una sociedad de hombres y mujeres «que hacen propia la fragilidad de los demás, que no dejan que se erija una sociedad de exclusión”.
También han reafirmado el compromiso de la Iglesia colombiana, sus diócesis, congregaciones religiosas, grupos y movimientos apostólicos, con todos sus organismos pastorales en “dar una respuesta integral a las necesidades de nuestros hermanos y hermanas que buscan protección en Colombia”.
Foto: El Nacional
