¿Quién es el ‘pater’ Fernando Huidobro, que hoy inicia su camino a los altares?

El cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid,  preside en la tarde de hoy, 8 de enero, el acto de apertura de la causa de beatificación y canonización del siervo de Dios Fernando Huidobro Polanco, que tiene lugar en la parroquia de San Francisco de Borja (Maldonado, 1). Una causa que arranca en Madrid –si bien Huidobro nació en Santander– porque es donde falleció el jesuita. Además, ha sido promovida por el Arzobispado Castrense y la propia Compañía de Jesús.



Fernando Huidobro nació el 10 de marzo de 1903 en Santander, pero llevó a cabo sus primeros estudios en Melilla y el Bachillerato en Madrid. Ingresó en la Compañía de Jesús en Granada el 16 de octubre de 1919, tras cursar un año preparatorio de Derecho en el Instituto Católico de Artes e Industrias (ICAI) de Madrid. Durante su formación como religioso también cursó estudios de Humanidades y Filosofía, llegando a ser discípulo de Martin Heidegger en Alemania, donde había sido destinado como futuro profesor de Filosofía.

Testimonio de vida en santidad

Sin embargo, al estallar la guerra civil en España, se ofreció al superior general de la congregación para acudir a atender a sus compatriotas, especialmente donde estuvieran los más necesitados y fuera más difícil. De esta manera, a su llegada a España en septiembre de 1936, fue destinado como capellán a Talavera (Toledo). El nuevo páter acompañaba siempre a los legionarios, llegando incluso a ser gravemente herido en Madrid. Pero siguió en su misión de atender a heridos de ambos bandos, prestándoles consuelo y administrando auxilios espirituales.

En este periodo –concretamente, en abril de 1937–, completó su profesión religiosa en el Colegio San José de Villafranca de los Barros (Badajoz). Con 34 años, y apenas unos días después de su vuelta a Madrid, el 11 de abril del mismo año, fallecía por las heridas de un obús, causadas mientras atendía a un legionario herido. 

Si bien gozaba de fama de santidad en vida, tanto familiares como amigos, militares y compañeros jesuitas, han dado testimonio a lo largo del tiempo de la bondad de este religioso. Pero, además, existe una lista de favores atribuidos al padre Huidobro tras su muerte.

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