Tras la inconformidad de algunos sectores por el comunicado de los obispos de Venezuela en el que invitan a la oposición a no abstenerse y buscar mecanismos de participación ante las venideras elecciones parlamentarias anunciadas para diciembre, Rafael Luciani, laico, téologo y asesor del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), ha dicho a Vida Nueva que “la mayoría de las críticas provienen, especialmente, de católicos ilustrados que manifiestan su descontento a través de las redes sociales”.
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Luciani ha asegurado que “en ningún momento se habla ir a votar o no”, porque “los obispos no plantean el dilema entre el voto o la abstención. Sería una posición simplista”, por lo cual “el comunicado habla de las condiciones en las que debe darse un proceso electoral democrático: elecciones libres, justas e imparciales, y con la participación de todos los partidos y movimientos políticos”, un enfoque que coincide con el de la Unión Europea.
No quedarse de brazos cruzados
Frente a las duras críticas hacia los obispos, quienes previamente habían denunciado la ilegitimidad de todo el sistema y proceso electoral venezolano, para luego pedir no abstenerse, Luciani ha señalado que “no es un comunicado con el que el episcopado pretenda tomar una postura política, sino hacerse voz de lo que el pueblo venezolano está deseando y exigiendo en este momento: elecciones libres para una transición política” como también que la oposición no se quede de brazos cruzados.
En este caso “los obispos piden definiciones y claridad a quienes les corresponde construir la ruta política”, por ello “dirigiéndose a la oposición, y refiriéndose al llamado a una abstención sin más, sostienen que eso no basta”, ante ese escenario de inercia política “deben asumir la responsabilidad de buscar salidas y generar propuestas para el pueblo”, pues “la sola abstención hará crecer la fractura político-social en el país y la desesperanza ante el futuro”.
“Nuevamente, en la voz de la presidencia del episcopado, lo que está en juego no es el ir o no a votar, como tampoco la negación del derecho de abstenerse ante un proceso electoral fraudulento desde su origen, sino el llamado a ofrecer una alternativa viable para generar una transición hacia la democracia”, apostilló.
Desde la realidad venezolana
Además el teólogo ha mencionado que para comprender en toda su dimensión el comunicado “hay que sumar la serie de estudios realizados por prestigiosos centros de investigación, algunos católicos como la Universidad Católica Andrés Bello, que son tomados en cuenta cuando los obispos hacen un pronunciamiento sobre la realidad del país”.
“Fuera de este marco no se puede comprender el modo de proceder de la Iglesia en Venezuela a través de sus comunicados”, por ende “su lectura y toma de posición sobre la realidad actual están motivados por dos elementos: el sufrimiento del pueblo y el olvido de clase política, tanto del gobierno como la oposición”.
De hecho –prosigue Luciani– “la Iglesia Católica puede ser considerada como la institución de mayor presencia en las zonas populares de todo el país” y “su trato cotidiano con el drama social y político de la mayoría de la población les concede una credibilidad como a pocos en la sociedad venezolana”.
Foto: El Nuevo Siglo
