La primera misa de la desescalada en Formentera: una veintena de fieles y comunión en la mano

Parroquia San Francisco Javier en Formentera

Una veintena de fieles acudieron ayer a la primera misa de la desescalada celebrada en Formentera, la única isla balear que ha entrado en la Fase 1 del plan propuesto por el Gobierno, y que lo ha hecho junto a El Hierro, La Gomera y La Graciosa, todas ellas del archipiélago canario. La parroquia de San Francisco Javier acogió el primer culto con fieles tras 7 semanas confinados a causa de la pandemia del coronavirus.



El párroco, Miguel Ángel Riera, en declaraciones a Europa Press, ha explicado que la celebración “fue muy bien”, aunque la disposición de la gente “era distinta”, ya que se habían señalado mediante unas flechas los sitios que se podían ocupar en el templo.

Confesiones en el despacho parroquial

Según ha recordado, entre las nuevas indicaciones para celebrar misa, solo está permitido ocupar un 30 por ciento del aforo de la parroquia, hay que comulgar de uno en uno y con la mano, así como salir ordenadamente del templo. Además “se aconseja” acudir a misa con mascarilla y utilizar gel desinfectante. También las confesiones se realizarán por ahora en la oficina parroquial, donde se pueden guardar las distancias de seguridad.

Riera ha destacado que durante el fin de semana probablemente acudan más personas a las celebraciones y ha asegurado que este lunes “la gente entendió bien las nuevas indicaciones”. Además, según ha explicado, el sacerdote sigue retransmitiendo por redes sociales las misas, evitando, así, salidas de grupos de riesgo, como ancianos o personas con alguna enfermedad, tal y como ha recomendado la Conferencia Episcopal Española en las directrices enviadas a las 70 diócesis españolas.

A diferencia de otras parroquias pitiusas, los asistentes a misa no deberán desinfectar el espacio que han ocupado en la iglesia, “puesto que es pequeña y, tras la misa, se cierra y se desinfecta”.

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