El cura Brochero, una bandera que flamea desde las altas cumbres

Nuevo aniversario de la muerte del sacerdote gaucho, José Gabriel del Rosario, quien anunció el Evangelio, salió a las periferias al encuentro con la gente y marcó al papa Francisco

Brochero es uno de los mejores frutos, de las mejores expresiones de nuestra Córdoba, y ya es también parte de la identidad de la Argentina. Somos argentinos hermanados por Brochero: sean siempre bienvenidos ustedes que nos visitan, ustedes que peregrinan a este santuario desde distintos pueblos y ciudades, desde las montañas y las pampas de la Argentina”, expresó el obispo de Cruz del Eje, Ricardo Araya.



En estos 106 años de la Pascua del Santo Cura Brochero, la Villa del Tránsito se convirtió en una fiesta de fe y gracia, con la presencia de muchos obispos y sacerdotes que ven en el santo un modelo de vida pastoral y de servicio.

Una semana dedicada al Santa

La novena de preparación, las misas, confesiones, las meditaciones de algunos sacerdotes y la adoración al Santísimo, fueron algunas de las animaciones fuertes de espiritualidad que se vivieron a lo largo de la semana.

Como es habitual, la Semana Brocheriana contó con una amplia presencia de los fieles de las diversas diócesis, para participar de las actividades previstas para este evento.

“Hace mucho que Brochero es santo para nosotros, y el pecho se me llena de alegría, porque la santidad de Brochero no es intimista, centrada en él, espiritualista; es santidad misionera, comunitaria y social”, concluyó Araya en la celebración de cierre de la Semana Brocheriana.

El cura Brochero

José Gabriel del Rosario Brochero desarrolló el ministerio sacerdotal en la provincia de Córdoba. Fue prefecto en el seminario de Loreto. Pero fue y será recordado por su desempeño social, en bien de su pueblo.

“Se desgastó con su mula y acabó enfermo de lepra a fuerza de salir a buscar a la gente. Fue un callejero de la fe”, recordó el Papa en el mensaje de la beatificación del cura cordobés.

Oración y acción fue la fórmula de su ministerio. Construyó no sólo de parroquias, capillas y la casa de ejercicios espirituales de San Ignacio, sino también puentes, casas, caminos, levantó escuelas, diques, oficinas de correos y hasta las vías de ferrocarril.

El obispo de Cruz del Eje destacó este aspecto del cura gaucho: “Vemos a Brochero que descansa apoyado sobre el mango de una pala, trabajando con otros en la construcción de un camino, y sueña con el ferrocarril, que no verá realizado a causa de intereses económicos concentrados y lejos de estas periferias”.

Finalmente, pidió que Brochero nos saque del individualismo, de la división, de la descalificación. “Brochero es y será siempre una llamada a los argentinos, una llamada al encuentro, una llamada a mezclarnos, una llamada a ayudarnos”, señaló.

 

Colaboración Prensa y Fotos: Carina Ternavasio

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