El Gobierno tilda de “cordial y colaborativo” el primer encuentro entre Carmen Calvo y el nuncio Bernardito Auza

La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, se reúne con el nuncio apostólico en España, Bernardito Auza

El Gobierno de España asegura que las relaciones con el Vaticano han sido “muy fluidas” durante los últimos meses. En esa tónica se ha celebrado hoy la reunión entre la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, y el nuevo nuncio apostólico, Bernardito Auza. “Ambos han mostrado su disposición a seguir trabajando para dar continuidad a la agenda del Ejecutivo en materia de asuntos religiosos para la presente legislatura”, según un comunicado del Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática. Este comunicado corrobora la información de Vida Nueva, que esta misma mañana daba cuenta de estas “fluidas” relaciones de fuentes de Moncloa.



El encuentro se ha desarrollado en un clima “cordial y colaborativo”, en el marco de las relaciones institucionales entre los dos Estados, según informa el Gobierno. Sin embargo, la nunciatura no se ha pronunciado sobre la reunión, que se produce solo unos días después de que Auza entregara sus cartas credenciales al rey Felipe VI en una ceremonia con la que quedó definitivamente acreditado como embajador del Vaticano en nuestro país.

Se trata del primer encuentro entre el nuevo nuncio y la vicepresidenta, cuyo ministerio ha asumido en esta legislatura las relaciones con las confesiones. Se trata de un reparto inédito de competencias, en tanto que lo habitual es que estas tareas las abordara el Ministerio de Justicia. Sin embargo, la coalición con Unidas Podemos ha propiciado un giro en la asunción de estas responsabilidades. Y es que, Pedro Sánchez quiso reforzar a su vicepresidenta primera y mantener a la formación de Pablo Iglesias al margen de las relaciones con las confesiones, según ha podido saber esta revista. De ahí que decidiera entregarle todas las competencias relacionadas con la llamada ‘Memoria democrática’, un asunto que buscaría tutelar de cerca el presidente y de cuya pata cae también las relaciones Iglesia-Estado.

Esta mañana, Calvo conversó durante más de media hora con Angels Barceló en Hoy por hoy (Cadena SER), donde afirmó que el Gobierno quiere que “la Iglesia católica de nuestro país responda igual que lo hace la Iglesia en Francia o Italia. Obviamente, en aquel patrimonio que no esté afecto a sus funciones, pues tiene que responder a la fiscalidad española”, respondía la vicepresidenta en referencia al pago del IBI en los lugares no destinados al culto.

“Buena” relación con el Papa, Parolin y Blázquez

Según reconoció una de las cuatro vicepresidentas de Sánchez, “tenemos asuntos que vamos a sacar adelante con buen ambiente”, porque “yo tengo buena relación con Parolin, al que saludé en la COP25 en Madrid, o con el papa Francisco, que lo saludé cuando asistí al Vaticano al nombramiento de dos nuevos cardenales españoles. El Papa nos distinguió atendiendo a la delegación española, cosa que no hizo con otras delegaciones, y el Gobierno valoró mucho ese detalle”. Del mismo modo, ha reconocido que existe también sintonía con el cardenal arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, a quien trató en épocas anteriores.

Y entre los asuntos que busca sacar adelante, ¿dónde queda la X de la Iglesia? “Tenemos que hacer reflexiones en relación a esto”, comentó sin querer entrar a detallar una revisión o la inclusión de otras confesiones religiosas.

En los micrófonos de la SER, poco antes de reunirse con Auza, ensalzó su curriculum diplomático. “Es un nuncio que viene de una trayectoria muy interesante en Naciones Unidas. Ha sido la persona de confianza del papa Francisco allí, donde ha realizado una defensa cerrada del multilateralismo y donde se ha empleado a fondo en causas muy importantes en zonas de conflicto”, señaló.

La ministra también confirmó que hay cuestiones relativas a la educación “muy importantes” a tratar con la Iglesia. Y en este punto se detuvo en la cumbre organizada por el Papa sobre un pacto educativo global, que se desarrollará en el Vaticano en mayo. “Nosotros queremos participar ahí, porque habrá un buen proyecto de ley educativa”, concluyó.

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