Francisco Cerro: “Es difícil que un Gobierno asuma los postulados de la Iglesia”

Arzobispo de Toledo

Su nombre merodeaba desde hacía meses en corralas varias para suceder a Braulio Rodríguez Plaza al frente de la más que histórica archidiócesis de Toledo. Pronóstico cumplido tras pastorear durante doce años Coria-Cáceres. Francisco Cerro, de 62 años, no llega de nuevas. Entre otras cosas, porque llegó a ser director de la casa de ejercicios espirituales del Obispado manchego.



PREGUNTA.- Durante estos meses, en los corrillos de sacristía se han barajado muchos nombres para Toledo. ¿Cómo vive uno que su nombre circule e, incluso, se utilice como arma arrojadiza?

RESPUESTA.- Uno debe permanecer ajeno a la rumorología. En muchas ocasiones, se queda en eso. Si se atiende demasiado a lo que dicen unos u otros, se pierde la paz para atender las cuestiones importantes. Hasta el último momento he mantenido todo como siempre, realizando mi segunda visita pastoral a la diócesis, confirmando, realizando nombramientos… Una vez hecha pública la noticia, y dentro de mis competencias como administrador apostólico de Coria-Cáceres, también seguiré haciendo todo lo que pueda hasta mi marcha.

P.- ¿Qué opina sobre la coalición PSOE-Unidas Podemos y el programa presentado en estos días? Incluye la revisión de los bienes inmatriculados de la Iglesia, una ley de la eutanasia, que la religión no cuente para la media…

R.- La Iglesia se encuentra sujeta a las leyes del país en el que se inserta. Hasta ahora siempre hemos acatado las leyes, como no puede ser de otra forma. Sobre los bienes, en nuestra Diócesis de Coria-Cáceres todo se ha hecho conforme a la legalidad vigente, y seguro que en toda España ha sido así. Si se producen otros cambios como los que menciona, seguiremos haciendo oír nuestra voz y la de nuestra gente, la de la Iglesia.

Seguiremos ofreciendo alternativas: hablando sobre la importancia de los cuidados paliativos, como el documento que recientemente han publicado los obispos, seguiremos diciendo que estamos a favor de la vida y que la formación integral de la persona pasa también por conocer las diferentes religiones, sus tradiciones. Y todo esto, acompañado de su influencia en el arte, en la historia. Sin la formación en religión, los conocimientos quedarían ‘cojos’.

El ‘caso’ Guadalupe

P.- En su primera comparecencia, lejos de achantarse sobre su propuesta de que el monasterio de Guadalupe pase a manos extremeñas, insistió en que deje de pertenecer a Toledo. ¿De verdad se van a poner medios para solucionarlo en Roma o va a ser un conflicto abierto ‘ad eternum’?

R.- Sigo considerando que Guadalupe, y es el sentir de la gente y así se ha pronunciado la Provincia Eclesiástica de Extremadura y sus prelados, debe pertenecer a esa provincia eclesiástica. También hemos aportado otras propuestas, como la creación de una prelatura territorial con el santuario y el pueblo, una jurisdicción eclesiástica propia. Otra cosa es que este tema ya está en Roma y es el Vaticano quien tiene la última palabra.

P.-Apasionado del Sagrado Corazón de Jesús. Tras el centenario de la consagración, ¿cómo se puede revitalizar hoy esta devoción sin caer en tentaciones nostálgicas?

R.-El Corazón de Jesús es el Amor de Dios ofrecido como amistad incansablemente. En mi vida ha estado muy presente esta devoción y he intentado transmitirla con sencillez, como todo lo que hago, para que la gente pueda acogerla en su corazón y en su vida. Una de las peores cosas que se le puede decir a una persona es que no tiene corazón.

La devoción al Corazón de Jesús es muy evangélica. Como todo, no hay recetas mágicas. Lo importante es que la gente se acerque a Dios, que le conceda espacio en su vida. Pues Él siempre está a la vuelta de la esquina esperando, como el Padre de la parábola del Hijo Pródigo, con las manos abiertas.

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