Objetivo 2030 para la Iglesia de Inglaterra: que la mitad de sus líderes sean mujeres

  • Los anglicanos ponen en marcha un plan de formación para acabar con  los “prejuicios inconscientes” machistas en la selección de personal
  • “¿Realmente estamos listos para que el rostro eclesial cambie?”, se pregunta la obispa de Londres

La obispa de Londres Sarah Mullally

La Iglesia de Inglaterra ha diseñado un plan estratégico para acabar con la discriminación de la mujer en su seno y apostar por la paridad en los puestos de responsabilidad. ¿El objetivo? Lograr que 2030 la mitad de los puestos de liderazgo anglicanos estén en manos de mujeres.



No se trata de un mero anuncio, sino que ya se han puesto manos a la obra con medidas concretas. En Westminster ya se aplica un programa de formación pionero en lo que se conoce como “Unconscious bias training” -entrenamiento contra los prejuicios inconscientes-, que busca acabar con los estereotipos aprendidos que se han convertido en automatismos automáticos.

Esto es, evitar que por inercia los hombres y mujeres que están al frente de los departamentos de recursos humanos de la Iglesia anglicana caigan en los “micromachismos” y rompan con la inercia a la hora de situarles a ellos en determinados puestos de responsabilidad.

Abrir las puertas

La obispa de Londres, Sarah Mullally, también va a aplicar este plan de formación y sensibilización entre los empleados de la diócesis. “Debemos abrir las puertas de entrada de nuestras iglesias, pero ¿realmente estamos listos para que el rostro eclesial cambie?”, se pregunta.  De hecho, en la Iglesia anglicana, que permite tanto la ordenación sacerdotal como episcopal femenino -desde 2014-, solo 25 mujeres tienen una mitra de los 115 obispos en ejercicio.

“La Iglesia de Inglaterra necesita demostrar que es una Iglesia para todos, donde se toma en serio a la mujer y se las considera lo suficientemente buenas como para liderar, de la misma manera que son vistas los suficientemente buenas para Dios”, defiende en The Times Emma Percy, presidenta de la asociación  Women and the Church y una de las primeras mujeres ordenadas en la Iglesia anglicana.

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