El arzobispado de Oviedo no se ha opuesto al encierro, a modo de protesta, de 3 trabajadores de la multinacional Vesuvius, dedicada a la cerámica de uso siderúrgico, que está a punto de cerrar su planta industrial de Langreo (Asturias). Una decisión que dejará en la calle a más de 100 empleados después de que la empresa haya declinado reunirse con el Gobierno asturiano para buscar otras vías de solución hace solo dos días.
En un comunicado, la diócesis señala que el arzobispo Jesús Sanz Montes quiere “hacer llegar, en primer lugar, su apoyo a los empleados y sus familias” tras esta medida de protesta iniciada en la tarde de este miércoles, 9 de octubre. Y es que no es la primera vez que el prelado se pronuncia sobre la problemática, ya que el 8 de septiembre en la celebración del día de Asturias en Covadonga, tuvo un recuerdo en su homilía: “Vaya mi cercanía hacia todas esas familias y mi oración para que quien puede mediar y remediar acierte a negociar con eficacia”, señaló.
Normalidad en la catedral
Un encierro con el que, informan desde el obispado, “los trabajadores desean dar a conocer su dramática situación”. Por ello “el Cabildo los ha atendido y ha procurado facilitar su estancia en el interior de la Catedral”, confirman. Por su parte, “los trabajadores encerrados, a su vez, se han comprometido a respetar el culto y la actividad diaria del templo”.
En España hay dos plantas afectadas por la decisión de cierre de la multinacional, la mencionada de Langreo y la de Miranda del Ebro. Por su parte, desde el arzobispado se confía en que “los organismos a los que corresponde hacer frente a este grave problema articulen las medidas oportunas para que se resuelva de la mejor manera posible”.
El encierro en principio es indefinido hasta que se llegue a algún tipo de solución.
