Trump pasa de la Cumbre del Clima y contraprograma con un foro sobre protección de minorías religiosas

Donald Trump

Trump fue a la ONU ayer. Pero no, no para asistir a la Cumbre sobre el Clima que congregó a todos los líderes mundiales en Nueva York. El presidente de Estados Unidos asistió a un foro sobre protección de minorías religiosas convocado por su propia Administración. Una contraprogramación para arrinconar el cambio climático y congraciarse con su electorado evangélico, que confía en su reelección el próximo año.

El magnate no tenía en su agenda acudir a la reunión sobre el clima y había alegado que no tenía tiempo. Sin embargo, sí acudió a la reunión sobre libertad religiosa, y también le sobraron 15 minutos para sentarse, por sorpresa, a escuchar lo que tenían que decir los otros mandatarios que sí acudieron al evento central de la ONU. Se sentó, escuchó dos discursos y se marchó. Pero no llegó a escuchar al presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien dijo que espera que Estados Unidos “cambie de idea” y no abandone el Acuerdo de París; tampoco a la joven activista Greta Thunberg.

A la salida, en donde estuvo a punto de cruzarse con Greta, un profundo discurso del máximo representante del segundo país que más gases de efecto invernadero emite: “Creo firmemente en el aire limpio y el agua limpia, y todos los países deberían reunirse y hacer eso, y deberían hacerlo por sí mismos. Muy, muy importante”.

Ya a través de Twitter sí tuvo tiempo de pararse a comentar el discurso de Thunberg. “Parece una niña muy feliz deseando un futuro brillante y maravilloso. ¡Muy agradable de ver!”, tuiteaba después de que Greta denunciara que “la gente está sufriendo. La gente se está muriendo. Ecosistemas enteros están colapsando. Estamos en el comienzo de una extinción masiva”.

La adolescente sueca comenzó su discurso reprochando a los líderes políticos que le han “robado” sus “sueños” y su “infancia” con sus “palabras vacías”. Les acusó de solo hablar de “dinero, cuentos de hadas y crecimiento económico eterno”. “¿Cómo se atreven?”, clamaba emocionada. “Nos están fallando a los jóvenes, pero los jóvenes están entendiendo la magnitud de su traición. Las nuevas generaciones están pendientes de ustedes, y si nos fallan nunca se lo perdonaremos”, concluía.

La cumbre climática parece que ha dado algún fruto, puesto que 77 países se han comprometido a cortar sus emisiones de gases hasta alcanzar la neutralidad de carbono para 2050. Asimismo, 70 países han anunciado que aumentarán sus planes de acción climática en 2020 o han asegurado que ya lo están haciendo.

“Ha dado un buen impulso a la cooperación y la ambición. Pero tenemos un largo camino por recorrer” dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. “Necesitamos planes más concretos, más ambición por parte de más países y más empresas. Necesitamos que todos, instituciones financieras, públicas y privadas, elijan, de una vez por todas, la economía verde”, recalcó.

Por su parte, Trump en su intervención en la reunión sobre persecución religiosa intervino haciendo hincapié en que se trata de un “deber moral urgente” para los líderes mundiales detener el odio contra la fe y derogar las leyes que restringen la libertad religiosa. E hizo un llamado a “los gobiernos del mundo para honrar el derecho eterno de cada persona a seguir su conciencia, vivir su fe y glorificar a Dios”.

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