El obispo de Bilbao, Mario Iceta, presidió el sábado la eucaristía de la 29ª Jornada Mariana de la Familia celebrada en el santuario de Torreciudad, en la que pidió “acoger y servir a niños que no tienen familia, a familias que sufren, a enfermos y ancianos, a los heridos de la vida, a los excluidos y descartados, a los empobrecidos e inmigrantes”.
Más de 8.000 personas se congregaron en Huesca para la celebración, que contó con un mensaje del papa Francisco. En el mismo, Jorge Mario Bergoglio les pidió “edificar una sociedad armoniosa en la búsqueda del bien común” y les animó a “contribuir al fortalecimiento y desarrollo de la que es célula básica de la sociedad”.
Alabanza a las madres
Por su parte, Iceta destacó en su alocución a la familia, como “don de Dios” y “regalo presidido por el amor, la alegría y la esperanza”. Por eso, subrayó la necesidad de que “vuestras familias sean acogedoras, sensibles a las necesidades de los demás”. Al mismo tiempo, alabó a las madres, que “tienen un don especial para percibir las necesidades y sufrimientos, que nos enseñan a mirar de un modo nuevo”.
El obispo recordó también a “las familias que atraviesan momentos de dificultad y de cruz” y pidió “no vivir solos en el sufrimiento”, ya que Dios “nos espera para acompañarnos y sostenernos”.
Antes de concluir sus palabras, Iceta instó a estar atentos “a las necesidades de las familias que atraviesan dificultades”, a la vez que pidió “colaborar en la medida que lo necesiten de modo concreto y siempre con delicadeza y humildad, de modo que la esperanza nunca se apague”.
