“Un pastor renovador, un gran servidor, un obispo del Concilio Vaticano II”. Así presentó el actual arzobispo castrense, Juan del Río, al cardenal Jose Manuel Estepa, fallecido el pasado domingo a los 93 años, durante la misa exequial celebrada esta mañana en la catedral castrense. Del Río presidió la misa en la que participaron una veintena de obispos entre ellos, los cardenales Ricardo Blázquez, Carlos Osoro, Juan José Omella, Carlos Amigo, Aquilino Bocos, Lluís Martínez Sistach y Antonio María Rouco Varela.
En un templo repleto de fieles, con el rey Felipe VI al frente junto a toda la cúpula militar del país, Juan del Río destacó la entrega del fallecido arzobispo emérito castrense. “El libro de su vida se escribe con grandes capítulos que hablan de un hombre tremendamente creyente que supo lo que fueron los enfrentamientos en nuestro país”, recordó sobre el inicio de su vocación sacerdotal que le llevó a ser ordenado más tarde como obispo auxiliar de Tarancón: “Se encontró con los grandes problemas sociales del sur de Madrid y de Alcalá”.
Garante de la reconciliación
Pero, sobre todo, Del Río subrayó su papel callado para propiciar la llegada de la democracia: “¿Acaso se puede entender la transición de la españoles sin la Iglesia que buscó la reconciliación entre nosotros?”.
También puso en valor cómo Estepa “sufrió mucho en los años de ETA. Tuvo que celebrar tantos funerales y acompañar a tantas familias, algo que solo se entiende desde su profundo amor por Jesucristo”.
De la misma manera, el arzobispo castrense destacó de su predecesor su labor como capellán de la familia real: “Cercano y leal a nuestros reyes, sin aparentar nada, sirviendo a la Corona sirvió a la reconciliación de los españoles”, enfatizó Juan Del Río en su homilía.
La milicia y el hecho religioso
Pero, sobre todo, puso énfasis en cómo el purpurado fallecido luchó por “poner los pilares de esta Iglesia particular castrense” y por dignificar la profesión de fe los militares. “El ejercicio de la milicia nunca está reñido con la religión: los valores religiosos potencian el ejercicio de un profesional de las Fuerzas Armadas”, reivindicó además el prelado.
En un guiño a la familia del fallecido, Juan Del Río recordó sus raíces jienenses y comentó: “En el tío Jose Manuel habéis visto una entrega completa a su vocación”. Al finalizar la eucaristía, el cardenal Estepa fue enterrado en el templo castrense.
Condolencias del Papa
En ausencia del nuncio jubilado Renzo Fratini, el primer consejero de la Nunciatura, Michael Francis Crotty, leyó un telegrama enviado por el Papa Francisco en el que mostraba “mi pésame y mi cercanía espiritual” por el fallecimiento del cardenal Estepa y puso en valor “los frutos de su constante y generoso servicio a la Iglesia”.
Al finalizar la celebración, Del Río mostró su agradecimiento tanto a la Familia Real como al Gobierno -excusó la ausencia de la ministra de Defensa, Margarita Robles por el debate de investidura-. “España se ha portado muy bien”, expresó sobre las muestras de cariño mostradas.
