En vísperas del 10 de julio, festividad de San Cristóbal, patrono de los conductores, la Iglesia española celebra hoy la Jornada de Responsabilidad en el Tráfico –la 51ª desde su creación–, en donde los obispos invitan, en plenas vacaciones veraniegas que conllevan masivos desplazamientos por la carreteras, a conducir y conducirse ‘en cristiano’.
Así, con el lema ‘No hagas a nadie lo que tú aborreces’, basado en el libro de Tobías, desgranan una serie de reflexiones destinadas a todas aquellas personas que estos días “pasáis buena parte del tiempo al volante por razones de trabajo, necesidad o porque estáis de vacaciones”. En esta ocasión, tienen también, por primera vez, palabras para los usuarios de patinetes.
Estos serían, en palabras de los pastores españoles, cuatro consejos que, basados en el mensaje de Jesús, “si cuando tomamos el volante entre las manos tuviéramos presentes y nos los aplicásemos a nosotros mismos, seguramente que nuestro comportamiento como conductor o peatón cambiaría mucho”.
1.- Rezar también al volante
A aquellas personas que tienen fe, los obispos les recuerdan que entonces “no puede faltar en nuestro vehículo un momento de oración y gratitud a Dios, así como el respeto a sus santos mandamientos, con especial hincapié en el quinto: no matarás”.
2.- Aparcar la soberbia
“Porque debo ser educado y comportarme bien –sigue el mensaje–, procuro ser humilde y no hacer a nadie aquello que yo aborrezco, como puede ser conducir con soberbia, arrogancia y prepotencia, saltándome las normas de tráfico poniendo en grave peligro mi vida y la de los demás”.
3.- Beber no conduce a nada
Dice el obispo responsable, José Sánchez, que “porque soy responsable, evito la bebida, las drogas y todo aquello que puede hacer que mi camino y el de los demás conductores no sea seguro y termine en accidente y muerte”.
4.- Tener más miedo a perder la vida que los puntos
El mensaje episcopal recuerda que el cumplimiento de las normas de tráfico no es algo optativo, “que podamos cumplir o no”. “Nos obligan moralmente a todos por igual –añade el texto–, y solamente cumpliendo todas las normas de circulación en nuestras calles y carreteras podremos tener una movilidad segura. Va más allá que el temor a la sanción o pérdida de puntos”.
El texto para esta Jornada de Responsabilidad en el Tráfico saluda por primera vez a los usuarios de los patinetes, para los que se implora “la paz, la alegría y la bendición del Señor”. Pero también se hace 1 ruego a los usuarios de patinetes…
Y un ruego a los usuarios de patines…
El mensaje deja claro que “los conductores no son un obstáculo”, sino “hermanos a los que hay que respetar”, aunque también se deja constancia de “lo difícil e incómodo que puede resultar a veces a los peatones compartir la acera con los patinetes y demás modernos artilugios”, por lo que exhortan a “respetar como me gusta que los demás me respeten a mí”.
