De un retiro pueden surgir muchos buenos propósitos, incluso poner en marcha una nueva marca de ropa. Así ha surgido en Sevilla ‘Portasanta’, una nueva propuesta de ropa impulsada por Manuel Bernal y Javier Pibe, dos jóvenes emprendedores del mismo barrio a los que ha unido esta iniciativa y que rehúyen de los políticamente corrector y llevan al textil el mensaje del evangelio con un diseño informal y actual.
Una marca inclusiva y de mente abierta
PREGUNTA- ¿Qué es ‘Portasanta’?
RESPUESTA.-Una marca de ropa innovadora que quiere hacerse un hueco en el sector textil basando su valor diferencial en lanzar mensajes de valores y principios cristianos sin que provoque una señalización para quien la porte, sea esta persona católica o no.
Hemos creado una identidad neutra y para todo el mundo, una marca inclusiva y de mente abierta, para romper con muchos tópicos en torno al cristianismo o el estilo de vida del creyente moderno.
P.- Y ¿quiénes son Manuel Bernal y Javier Pibe?
R.- Jóvenes emprendedores, valientes, inquietos y comprometidos con la sociedad actual. Manuel es el motor de Portasanta, con él nace la idea, toma la iniciativa desde su experiencia empresarial y de negocios. Javier es el creativo, diseñador gráfico de profesión y amante del arte; es el que desarrolla cada diseño, realiza vídeos promocionales y crea contenido para las redes sociales.
Acorde a los tiempos actuales
P.- ¿Cómo surge este proyecto y por qué precisamente ‘Portasanta’ como nombre?
R.- Manuel asiste a un Cursillo de Cristiandad y piensa que debe pasar a la acción, de una manera diferente y acorde con los tiempos actuales. Manuel comparte la idea con Javier, que rápidamente acepta el reto y juntos ponen en pie la idea inicial.
Término perfecto a un logo que ya tuvimos claro desde el inicio y que representa las llaves de San Pedro. El nombre de Portasanta vino después, tras un largo proceso de ‘naming’ (búsqueda del nombre adecuado), pudimos cuadrar perfectamente la dualidad “Puerta-Llaves”.
Exportando la pasión de Sevilla
P.- ¿Sería posible que una propuesta así surgiera fuera de Sevilla? ¿Cuánto hay de Sevilla en el proyecto?
R.- Sin duda alguna, de hecho, queremos que la marca no sea exclusivamente local, todo lo contrario, es más, ya hemos recibido pedidos de otras ciudades españolas.
Sevilla es una ciudad donde se vive todo con mucha pasión, donde existen personas con muy buenas ideas y donde los amigos se vuelcan con los proyectos novedosos (dan mucha calidez en los comienzos), más allá́ de eso creemos que hay potencial para expandirnos. Como decíamos antes, es una marca abierta y con un estilo muy actual. Nuestros primeros pedidos han venido tanto por parte de amigos cristianos como ateos o agnósticos. Y eso nos hace felices.
P.- Habéis elegido las llaves de san Pedro como logotipo y la frase “We are not afraid” (nosotros no tenemos miedo) como lema, ¿qué mensaje queréis transmitir?
R.- Las llaves de San Pedro son un gran símbolo cristiano, queríamos hacer un guiño simplificando el estilo de las llaves vaticanas, creemos que es un logo fácilmente recordable, identificable y muy versátil para los diseños de nuestras prendas.
En cuanto a nuestro lema, usamos en primera persona la frase de san Juan Pablo II “No tengáis miedo”. Fue el Papa con el que crecimos, el Papa de los jóvenes. Nos pareció un mensaje muy potente para los tiempos que corren. Tomamos ese mensaje y lo convertimos a la primera persona: “No tenemos miedo”.
Compromiso por el prójimo
P.- Además, habéis integrado la solidaridad, ya que una parte de las ventas va destinada a la Comunidad Bartolomé Blanco de los salesianos, que integra jóvenes inmigrantes en riesgo de exclusión, ¿sería impensable vuestro proyecto sin este matiz?
R.- No tendría sentido querer dar un mensaje como el que queremos sin que contenga una acción social directa y muy real. Nos tomamos en serio el servicio al prójimo y qué mejor muestra que colaborar con un proyecto donde no se discrimina por religión, raza o edad, simplemente se busca ayudar a jóvenes con un cúmulo de dificultades.
Tenemos muy clara (y desde el principio) esta labor solidaria, hemos comenzado con ellos, pero en cualquier momento y dentro de nuestras posibilidades iremos ayudando a otras causas, para gente que padezca enfermedades, o protectoras animales…
La Comunidad Bartolomé Blanco acoge jóvenes inmigrantes ex-tutelados en riesgo de exclusión social. Esta Comunidad Salesiana no solo da techo y alimento a los jóvenes, sino que apuesta firmemente por su desarrollo personal en un ambiente positivo de relaciones humanas. Ofrecen Ciclos Formativos y cursos para la mejora del idioma con un itinerario personalizado destinado a la búsqueda activa de empleo. Poniendo a su alcance las herramientas necesarias para la inmediata inserción laboral. El objetivo final es conseguir una emancipación con garantías, tras este periodo de normalización, estabilidad y maduración personal, donde los jóvenes se convierten en protagonistas de su propio camino.
