Fuerte conmoción ha provocado el testimonio de Marcela Aranda, en televisión, describiendo los abusos a los que la sometía el jesuita Renato Poblete. Después de 3 meses de su denuncia canónica, período en el que evitó dar a conocer detalles, la profesora de la Facultad de Teología de la Universidad Católica de Chile, señala que “esto no fue una relación, fue una violación. Golpes, insultos. Eso es lo que él hacía conmigo. Y luego me decía que no le dijera a nadie, porque nadie me iba a creer. Que él era suficientemente poderoso como para hacer que me echaran de la Universidad”.
Entrevistada por el programa de televisión ‘AhoraNoticias’, agregó que “él comenzó a abusarme sexualmente con mucha violencia. Me llevaba donde otros hombres para que me violaran y me golpearan por turnos, mientras él miraba”, relató. “Fue un periodo de ocho años de abuso. Lo que más me hace sufrir es que él me obligó a abortar, y no sólo una vez, tres veces”, denunció Marcela Aranda esta semana.
“Acogemos su dolor”
De inmediato la Compañía de Jesús emitió una declaración en la que señala que “a propósito del testimonio de Marcela Aranda, quisiéramos compartir la tristeza y abatimiento en que nos encontramos como congregación, así como muchos de nuestros colaboradores y la opinión pública. Los hechos que ella ha denunciado en contra del sacerdote Renato Poblete Barth sj, fallecido en febrero de 2010, son de la máxima gravedad y, por lo mismo, acogemos su dolor y el sufrimiento que ha vivido”.
Agregan que desde que fue recibida la denuncia han iniciado una investigación que desean se realice con la máxima celeridad y que fue informada a la opinión pública agregando que han recibido nuevas denuncias contra el mismo sacerdote.
Benito Baranda, ex director del Hogar de Cristo, institución de la que Poblete fue Capellán por 20 años, pidió a los denunciados acompañantes en el abuso “que hablen y que tengan el coraje de sacarse la capucha y decir lo que pasaba, si no logramos enfrentar el daño provocado, es muy difícil resolverlo”.
Fuertes críticas ha recibido la congregación. “Esperábamos más de quienes dirigen a los jesuitas. Pero en su comunicado: ni una palabra de autocrítica”, comentó Mónica Rincón en su programa de televisión “Marca Registrada” tras los detalles de la denuncia de Marcela Aranda contra el ex capellán del Hogar de Cristo. “La congregación es incapaz de estar a la altura”, agregó.
Por su parte el Fiscal Nacional, Jorge Abott, señaló “nosotros llamamos a esa víctima, y a todas las víctimas que puedan haber sido objeto de los abusos que se relatan, a hacer la denuncia ante el Ministerio Público para poder hacer las investigaciones”.
No es caso aislado
A fines de enero pasado, la agrupación de denunciantes de abusos, envió una carta abierta al Provincial acusando a la Congregación de haber hecho “caso omiso” a testimonios entregados directamente y que “una de nuestras principales constataciones es que la Compañía solo ha reaccionado cuando las denuncias ya han sido de conocimiento público, pudiendo y debiendo haber actuado con mucha mayor firmeza cuando se presentaron las primeras señales o testimonios”. Consideran que esto es un “acto grave” de encubrimiento que facilitó nuevos abusos “que podrían haberse evitado”.
Esa carta añade que “consideramos que la Compañía de Jesús, tal como otras congregaciones, ha tenido una directa responsabilidad institucional en estos casos, que es incluso más grave que los delitos individuales de algunos de sus miembros”.
Ya el año 2005 se conoció las denuncias contra el jesuita Juan Miguel Leturia, reconocidas por el propio Poblete en declaraciones a El Mercurio. El 2010 la congregación recibe la primera denuncia contra el entonces provincial, Eugenio Valenzuela, quien dejó su cargo antes del fin de su período, el 2013 y al año siguiente fue trasladado a la residencia de ancianos de la Compañía.
Tras la visita del Papa Francisco a Chile, en enero del 2018, surgieron denuncias contra Jaime Guzmán Astaburuaga, reconocido guía espiritual jesuita, acusado por un alumno suyo en los años 80. Trasladado a Santiago también tiene acusaciones por conductas impropias en esta época. Actualmente hay un proceso canónico contra él, encargado por el Papa Francisco al General Jesuita.
Juicio público
Este actuar “secreto y sigiloso” por parte de la Compañía de Jesús y sus autoridades es una de sus principales armas. “Si hay una denuncia, ellos definen cómo se hace pública, tienen un buen control de daños”, explicó un ex miembro de la orden. Ese control es lo que han intentado aplicar a las más de ocho denuncias en contra de Poblete, casos en los que no se han filtrado detalles de las denuncias ni tampoco nombres.
Hoy las denuncias contra Renato Poblete Barth han provocado conmoción. Fue pilar fundamental del Hogar de Cristo y del legado de san Alberto Hurtado. Hombre poderoso, recibió el Premio Bicentenario entregado por la Presidenta Michelle Bachelet; protagonizó la reinvención de los jesuitas, luego que la Compañía comenzara a perder fuerza entre los católicos de élite a fines de los sesenta.
Constituyó la beneficencia como la base de las redes de poder que lo protegieron durante décadas ante los “rumores” que siempre hubo sobre su doble vida. Hoy, 9 años después de su muerte, está viviendo el juicio público y, posiblemente, pronto se inicie un juicio civil para conocer la magnitud del daño provocado, al menos a las 8 denunciantes que ya testimonian en su contra.
