Encuentros ‘Christus vivit’: una Iglesia que ríe y llora con los jóvenes

Raúl Tinajero y Mamen Hernández, pastoral juvenil de la CEE y CONFER

Apenas cinco horas después de que la exhortación ‘Christus vivit’ fuese hecha pública, Vida Nueva se reúne para recabar las primeras impresiones de dos destacados expertos en la Pastoral Juvenil de España. Raúl Tinajero y Mamen Álvarez llegan a la cita con los deberes hechos. El director del Departamento de Pastoral Juvenil de la Conferencia Episcopal trae el texto, subrayado en verde y amarillo, junto con su blog de notas. Le gusta y ve en él una “esperanzada” apuesta de futuro. La responsable de la Pastoral Juvenil de CONFER trae en unos folios algunas de las intuiciones que más le han gustado. En otro cuaderno, sus propias reflexiones. Sin duda, lo más sugerente lo ha encontrado en el capítulo VII, ‘La Pastoral de los Jóvenes’, pero antes muestra su sorpresa porque la propia estructura del documento pontificio –con 299 puntos–, quizás no sea la más atractiva para invitar a leerla a sus principales destinatarios.

“Tal y como se presenta, creo que es más preciso decir que es una carta más al Pueblo de Dios, con particular interés en que la lean los jóvenes, porque son los más implicados en llevar a cabo parte de esta conversión pastoral. No me ha parecido la forma más atractiva ni motivadora”, afirma esta Hija de la Virgen de los Dolores. Además de esto, Álvarez no encuentra apenas novedades en la exhortación. “Es como si se hubiese reescrito el documento final del Sínodo y se apuntalara con algunas cuñas de la JMJ de Panamá del pasado enero”, sostiene la religiosa, que cree que los jóvenes esperaban otro tipo de documento “con criterios más explícitos”.

Tinajero ve adecuada la estructura y le parece importante la apoyatura bíblica y la fundamentación teológica de los capítulos iniciales, siempre entendiendo que el eje de la exhortación está en el capítulo IV, “donde nos muestra el gran anuncio para todos los jóvenes, el kerigma, y de ahí en adelante presenta caminos, orientaciones, esperanzas y propuestas que valoran la realidad del joven y que ofrecen guiños para su acompañamiento”, señala. Coincide en que no hay grandes novedades porque parte de que la gran novedad “es la propia convocatoria del Sínodo sobre los Jóvenes –a lo que asiente sin dudar Álvarez– y lo expuesto en el documento final, “que ya tiene valor por sí mismo”.

Una pastoral todavía para dentro

Y surgen las preguntas: ¿esta exhortación es para ahora, para acercarse ya a un mundo juvenil que comienza a dar la espalda a la Iglesia? ¿Existe el peligro de ir otra vez contrarreloj? El peligro les parece evidente a ambos, pero no les arredra. Están acostumbrados desde hace tiempo a remar contracorriente.

“Es cierto que nunca antes como ahora se había escuchado a los jóvenes”, añade la representante de CONFER, quien regresa al filón del capítulo VII, donde Tinajero apunta algo que sí le ha llamado la atención, y es la apuesta que hace Francisco por la Pastoral Popular Juvenil, algo en lo que coincide plenamente la religiosa. “El Papa nos ofrece la novedad de hablar de la pastoral popular juvenil, más amplia, que tiene una actitud misionera”.

Desde la coincidencia, Álvarez añade que “nuestra pastoral todavía es una pastoral para los de dentro. Y en este sentido, esto es una invitación a analizar qué dinámicas queremos plantear para los de fuera, a los que también se pide que se les haga sitio dentro, con una pastoral inclusiva y en donde se calme ‘la obsesión’, así la califica el Papa, por transmitir solo doctrina. Por eso, la importancia y trascendencia de esta exhortación no nos la jugamos en la estructura de la misma, en su número de páginas o en su estilo más o menos adecuado para los jóvenes, sino en la calle, cuando los jóvenes están con otros jóvenes”.

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