En Cuaresma los obispos colombianos se sintonizan con el sínodo panamazónico

  • El episcopado ha presentado una cartilla pedagógica teniendo en cuenta temas como la crisis ecológica, las emergencias ambientales y el calentamiento global
  • De acuerdo con Cáritas, el subsidio “ofrece la oportunidad de ser promotores del cuidado del medio ambiente”

“Cuando la tierra grita, los pobres también gritan”. Con este lema la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través del Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS) ha presentado la campaña de comunicación cristiana de bienes, que en su versión de este año abordará temas de la realidad colombiana, como el servicio de energía en Bogotá, las emergencias por catástrofes naturales, el calentamiento global, la migración venezolana, entre otros, tal como lo ha informado el equipo de prensa de la CEC.

El equipo encargado de esta campaña, liderado por el presbítero Enán Humánez Almario, subdirector del SNPS, ha informado que para animar este tiempo litúrgico se diseñó una cartilla pedagógica “teniendo en cuenta la realidad, por ello cada tema se ilustra con una acción solidaria que se ha realizado en una de las vastas zonas de nuestro país”.

Año del Sínodo panamazónico

Esta campaña –en tiempo de cuaresma– responde a la tarea evangelizadora que este año  la Iglesia de Colombia ha asumido desde lo social. “Nos invita en Jesucristo, buen samaritano: ¡Ve tú, y haz lo mismo!; es decir, a vivir la caridad”, ha dicho el padre Humánez.

Además ha resaltado que “2019 es un año de gracia en el Señor, año en que la Iglesia celebra el Sínodo panamazónico que aborda profundas reflexiones y acciones sobre el cuidado del medio ambiente”, por lo cual  “la humanidad cada vez más va tomando consciencia de la responsabilidad que nos hace ser imagen y semejanza de Dios en la tarea de ser señores de la creación”.

Encuentro personal con Dios

Este subsidio formativo ofrece la oportunidad de ser promotores del cuidado del medio ambiente y está diseñado bajo la metodología del ver, juzgar, actuar y celebrar. Se podrá desarrollar en el seno de las familias o en las comunidades durante una semana, en la que se trabaja un tema por día, pero lo más importante –señalan sus organizadores– es que cada quien “lo haga parte de su encuentro con Dios”.

“Cada reflexión inicia con un hecho de vida, con una ayuda humanitaria que, gracias a los recursos aportados de todas las arquidiócesis, diócesis, vicariatos, parroquias, colegios, instituciones y personas han aportado su granito de arena para solidarizarse con los damn­ficados en sus necesidades”, ha dicho el subdirector de Cáritas Colombia.

Foto: CIEC

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