Fernando Alcázar, el cura 2.0: “Debemos compaginar las redes sociales con una labor de acompañamiento en las parroquias”

  • Galardonado con el premio Alter Christus, habla con Vida Nueva sobre las redes sociales como nuevo lenguaje de evangelización
  • “La Iglesia ya ha dado muchos pasos, pero hay que tomárselo más en serio”, ha dicho

Fernando Alcázar, cura 2.0, Coria-Cáceres

Fernando Alcázar, el ‘cura 2.0’, es uno de los galardonados en la V edición de los Galardones Alter Christus por su labor de evangelización en las redes sociales. Con 5.000 amigos en Facebook y más de 1.500 seguidores en Twitter, trabaja además con ancianos y enfermos y es el delegado de la Pastoral Juvenil de Coria-Cáceres. Ante la recepción del premio, que pone en valor la labor de los clérigos, habla con Vida Nueva acerca de sus expectativas sobre el Sínodo de los Obispos, la juventud y la presencia de la Iglesia en internet.

Regnum Christi ha reconocido también a Gaspar Bustos, dedicado a cuidar humana y espiritualmente a los seminaristas de Córdoba; Juan José Perez-Soba, investigador y académico dedicado a formar a sacerdotes, religiosos y religiosas; y José Manuel Horcajo, por su intensa labor social y espiritual en su parroquia de Vallecas.

PREGUNTA.- ¿Cómo recibe este premio?

RESPUESTA.- Hace como un mes me llamaron diciendo que me daban el premio por la labor de evangelizar en lo digital. Al principio dije que no, porque al final lo hago con todas las ganas pero no es que esté ni súper preparado ni tenga formación específica en ello. Sin embargo, luego llamaron a mi superior y finalmente lo recojo en nombre de mi congregación, los Esclavos de María y de los Pobres. Y lo hago porque, efectivamente, creo profundamente en la evangelización y extender el amor de Dios en las redes sociales.

P.- En el Sínodo se ha hablado del papel de la Iglesia en el continente digital, ¿llegamos a tiempo?

R.- La Iglesia ha dado ya muchos pasos, pero hay que tomárselo más en serio. No hay congregación que no tenga sus redes, pero también tiene mucha importancia la manera en la que se tienen. Si se es activo o no. También sería interesante tener nuestras propias televisiones o radios para poder transmitir el mensaje todavía a más gente, pero para todo esto hace falta que contemos con profesionales, que nos preparemos y trabajemos mano a mano con los laicos, a quienes también se puede orientar acerca de lo que queremos transmitir. Evangelizar en las redes sociales tiene que llevar consigo un trabajo extenso en los obispados, las congregaciones… Y también es muy importante compaginarlo con la labor cara a cara. Si nos limitamos únicamente a la pantalla todo es mucho más frío y te pierdes lo que es la familia de la parroquia, con el acompañamiento. Pero es necesario utilizar las redes para ofertar las actividades de las parroquias a los jóvenes, por ejemplo, ya que podemos llegar a muchos más. Por ejemplo, a la parroquia a lo mejor vienen 300 personas, pero en las redes puedo llegar a 3.000.

P.- Es confesor 24 horas gracias a la aplicación ConfesorGo. ¿Cuál es el siguiente paso?

R.- Se puede hacer mucho más. Ahora mismo, a partir de lo que se está trabajando en el Sínodo estamos pensando de qué manera hacer un acompañamiento a los jóvenes, si desarrollar una aplicación, si a través de Skype…

P.- Ha estado 20 años involucrado en una casa de misericordia. Hoy, cuando todo parece ir tan rápido, ¿hay falta de misericordia?

R.- La misericordia siempre falta. En el caso de las redes sociales pueden ser muy buenas, pero también pueden ser muy malas a la hora de perseguir y atacar a la gente. Ahora mismo vivimos en un mundo en el que cualquiera se cree con el derecho de dar su opinión sobre cualquier cosa, aunque no la conozca del todo. Los cristianos debemos comunicar y transmitir siempre con misericordia.

P.- Como delegado de Pastoral Juvenil, ¿qué espera del Sínodo?

R.- Espero mucho de este Sínodo. El Papa es muy listo y sabe que la Iglesia necesita un acompañamiento y discernimiento con la gente. Y él sabía que este Sínodo iba a dar mucho que hablar. Cuando ha preguntado a los jóvenes es porque quiere dar una buena respuesta. Está quedando patente la necesidad de hablar con un nuevo lenguaje, no solo de palabras sino también de hechos. Además, lo que más observamos en la Pastoral es que una de las cosas que más necesita la gente es hablar. Los jóvenes ahora viven muchas cosas muy rápido, tienen muchísimas experiencias, y necesitan volver a casa, a sentir el afecto de una persona que les acompañe, que les escuche acerca de lo que viven: su vocación, su trabajo, su pareja… El Sínodo nos va a dar mucha luz en este sentido para hacerlo todo nuevo, no creer que estamos anticuados y estancados.

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