Corina Fiore: “Los jóvenes queremos una Iglesia que no se raje”

Rueda de prensa Sínodo Omella

“Queremos una Iglesia que no se raje ante la adversidad, que nos rindamos ante los escándalos, las guerras, las persecuciones forzadas, inmigraciones violencia, desórdenes…”. Con una pasión que no es habitual en la Sala Stampa de la Santa Sede, la joven mexicana Corina Fiore hizo su balance de estas primeras semanas de Sínodo sobre los Jóvenes durante la rueda de prensa diaria, en la que hoy han participado, los cardenales Juan José Omella y Wilfrid Fox Napier. 

“Todos estos temas los estamos tratando, Estamos buscando reflejar la realidad de los jóvenes, sin categorías ni razas, sin distinguir creyentes y no creyentes”, comentó la joven profesora de canto de Jalisco, que destacó como el tema de la mujer y de las migraciones está centrando los últimos debates. 

“Queremos que la Iglesia sea el ‘trending topic’ de la caridad. Necesitamos el servicio, la caridad… A veces nos llamamos cristianos y no queremos al Papa, y vemos gente de fuera que sí creen en el Papa. Es algo muy importante para los jóvenes”, reclamó Fiore que adelantó cómo “los jóvenes mexicanos queremos aportar la sed de lucha, de no rajarnos, queremos seguir soñando y construyendo”.

Lo que se salva con el amor

“Me ha impresionado ver cómo el Papa esta con nosotros como uno más y la pluralidad de la asamblea”, explicó el cardenal español, que es la primera vea que participa en un Sínodo. “He podido comprobar con la Iglesia es a la vez global, pero también tan encarnada en las culturas locales. A veces no te entiendes bien con uno y con otros por la lengua, pero se salva con el amor”.

Omella puso en valor la presencia activa de los ‘millennials’. “Los jóvenes son ruidosos y simpáticos, ponen su punto positivo y crítico. Les escuchamos con mucha atención, siempre en proyección de futuro y de esperanza”, comentó el purpurado.

“En estos días los jóvenes nos han dejado caer que somos viejos para abordar algunos temas. Pero yo les dije que también es cierto que Abraham comenzó con un pueblo nuevo cuando ya era mayor. Es una llamada del Papa para que la familia, los jóvenes y los mayores construyamos esta nueva iglesia. La sinergia que hacemos entre jóvenes y mayores es que juntos podemos aportar mucho, y ahí juegan un papel muy importante los acompañantes. Ellos nos piden ser acompañados no dirigidos”, reflexionó Omella. 

Humildad y valentía contra los abusos

El cardenal de Barcelona reconoció que en su grupo de trabajo también se ha abordado la cuestión de los abusos sexuales: “Nos duele el tema y doy gracias a Dios como el Papa ha tomado el tema para solucionarlo y para acompañar a las víctimas. Es un tema que tenemos que afrontar con humildad y valentía”, señaló Omella, que dijo a continuación: “¡Cuánto me gustaría que la sociedad, y no solo la Iglesia, abordara los abusos! Siempre me pregunto si no se está presentando una sociedad muy erotizada y luego no valoramos las consecuencias”.

Sobre los abusos en Sudáfrica, Napier señaló que la Conferencia Episcopal del país ha hecho un llamamiento para que se denuncie: “Creo que debemos concentrarnos en la prevención”.

“Los jóvenes y laicos debemos hablar y denunciar. No debemos callarnos, debemos acompañar. En la Iglesia nosotros también somos responsables. Necesitamos educar en la necesidad de expresar. Estamos juzgando, pero tenemos que actuar también”, añadió Corina Fiore.

Preguntado por la realidad española, el arzobispo de Barcelona reconoció que “no tengo datos y tampoco soy sociólogo, veo que hay casos, pero no salen casos masivos. Si salen hay que abordarlos, No sé la razón. Quizá porque vivimos en una sociedad más abierta en materia de sexualidad, la formación en los seminarios, cómo se ha abordado en la familia…”

Por su parte, el cardenal de Durban, Wilfrid Fox Napier reclamó que el documento final del sínodo debe tener una mirada menos eurocéntrica. “Creo que en algunos puntos no se concreta la realidad africana y esperamos que se refleje en el documento final”, explicó el pastor sudafricano, que detalló cómo frente a la secularización europea, “los jóvenes africanos sí buscan a la Iglesia para resolver los problemas”. Además, pidió que se aborden cuestiones como la defensa de la casa común o la corrupción de los gobiernos. 

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