“El Domund nos llama a cambiar el mundo”, afirma Luis Arguëllo en la presentación de la campaña de OMP

  • La jornada de 2018 ha dado comienzo hoy en Valladolid con la exposición ‘El Domund, al descubierto’
  • “Los misioneros son una de las grandes riquezas de España”, ha recalcado José María Calderón

Presentación de la campaña del Domund 2018

Obras Misionales Pontificias (OMP) ha dado inicio hoy, 1 de octubre, a la campaña del Domund de este año en Valladolid. Para ello se ha presentado la muestra ‘El Domund, al descubierto’, cuyo objetivo es acercar a la gente y poner en valor las misiones. La exposición estará abierta al público hasta el próximo día 11 de octubre y será completada por una agenda de actos culturales y religiosos en toda la provincia eclesiástica de Valladolid. “El Domund nos invita a cambiar el mundo, es una pretensión osada, pero está en la entraña de la fe”, ha dicho durante la presentación Luis Argüello, obispo auxiliar de Valladolid. Y ha destacado también que “Castilla es una tierra con gran tradición misionera”.

De la misma manera, tal como afirmó José María Calderón, subdirector de OMP, el Domund es una de las pocas jornadas de la Iglesia que se celebran en todo el mundo y “una de las grandes riquezas que tiene España son los misioneros, y eso hay que dárselo a conocer a la gente”.  Sobre la exposición, ha indicado que “es un intento de explicar a la gente el patrimonio misionero de la Iglesia, y de poner rostro a esos misioneros que han salido de nuestra tierra”. Y es que “la Iglesia nació para la Misión, y esta no es un capricho de gente buena que quiere hacer el bien”, por eso, al contribuir “con el Domund estás construyendo un mundo mejor”.

Poner rostro a los misioneros

La iniciativa nace con la idea de explicar a la gente la gran labor misionera de la Iglesia pero, sobre todo, para poner rostro a todos los misioneros que forman parte de ella, según han explicado en la presentación.

Durante la inauguración también dio testimonio de vida misionera Luis Miguel González, sacerdote diocesano de Valladolid vinculado al IEME en misión en República Dominicana, y cuya vocación nació con las campañas del Domund que vivió en su parroquia durante su niñez. Cuando llegó a República Dominicana, acababa de pasar el terremoto de Haití, y quedó impresionado de la tragedia humana: “Muchos habían perdido a toda su familia”. La misión dio a este misionero la oportunidad para “mirar la vida con ojos diferentes, y a ver a todos como parte de la misma humanidad”.  

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