Coloquio sobre Derecho Canónico en Sudamérica

El VIII Coloquio Sudamericano de Derecho Canónico se llevó a cabo en la Ciudad de Fortaleza (Brasil, 23 al 27 de Julio). La temática fue variada y referida a diversos documentos, temas, funciones y consideraciones de la vida de la Iglesia universal, en materia canónica. La normativa de la Iglesia que busca la salvación del hombre.

A lo largo de los días se fueron desarrollando distintas temáticas: la importancia de la actividad de los laicos en la Iglesia; algunos documentos de la Santa Sede como el de Vida Consagrada; algunas cuestiones acerca del motu propio de Concordia inter Codices; las nuevas normas  sobre la Universidades y Facultades eclesiásticas; el rol del párroco en la reforma del proceso matrimonial canónico; la función y responsabilidad procesal del Defensor del Vínculo en las causas de nulidad matrimonial (MIDI); el papel de las pruebas en el juicio y cómo deben ser tratadas (la certeza moral y la motivación); los obispos diocesanos en una iglesia sinodal y por último algo de derecho sustantivo: Razonabilidad y certeza del derecho de la Iglesia. Repercusiones en el ejercicio del ministerio episcopal

Vida nueva tuvo la oportunidad de dialogar con algunos canonistas que participaron del Coloquio y que dejaron  algunas precisiones sobre lo vivido allí en Brasil. Entrevistamos al tres participantes de Argentina que estuvieron presentes en esta nueva instancia de formación y actualización:  P. Horario Herrera, y a las Doctoras Rosana Ruiz y Verónica Sorsaia.

Vida Nueva: ¿Qué les aportó profesionalmente el coloquio?

Horacio Herrera (HH): Estos encuentros nos aportan claridad sobre distintos temas que hacen a la vida de la Iglesia. Acrecientan nuestra amistad y fortalecen los lazos de colaboración entre los participantes hacia las distintas iglesias en Latinoamérica. Por venir de distintos ámbitos de trabajo -en distintos países- nos enriquecemos con el testimonio de cada uno y vamos conociendo la realidad de cada iglesia desde la actividad de los Tribunales Eclesiásticos, donde participan laicos y sacerdotes. Recibimos mucho de parte de los expositores, lo que nos compromete a compartir con generosidad lo recibido.

Verónica Sorsaia (VS): El aporte profesional fue una actualización permanente de la Legislación y Jurisprudencia canónica, a la luz de la reciente reforma en temas procesales.

VN: ¿Cómo fue la experiencia con canonistas de otros países?

HH: Como siempre la experiencia con otros canonistas nos enriquece y ayuda a repensar diversos temas ya que tenemos entre manos personas que deben alcanzar lo que la Iglesia les ofrece: la “salus animarum” que es la suprema ley.

Dra. Rosana Ruiz (RR): Maravillosa. En primer lugar nos hace visualizar una vez más la universalidad de la Iglesia, de su vida y de su derecho también. Siempre el compartir con otros canonistas sus experiencias nos enseña, nos hace crecer, nos perfecciona, nos ayuda a corregir los errores y a nutrirnos de los testimonios de los demás.

VS: Enriquecedora. Permite conocer la realidad pastoral de otros países y el ingenio para resolver problemas.

Los cambios canónicos en tiempos de Francisco

VN: Los cambios en las normas canónicas durante el pontificado de Francisco ¿cuánto los ayuda en el desempeño de sus funciones?

RR: Siempre, porque los cambios, las nuevas normas, son resultado también de un clamor de los fieles, de los cuales se hace eco la autoridad Suprema de la misma y lo pone en letra. Consideramos también que la inspiración del Espiritu Santo hace que el Santo Padre como Cabeza de nuestra Iglesia, dicte las normas que son necesarias.

HH: En realidad los cambios producidos nos llevan a repensar el actuar de los tribunales y de aquellos que trabajamos en ellos. Muchos cambios necesitan reflexión, estudio y acompañamiento guardando la privacidad. A mi parecer se trata de novedades que no ayudan demasiado al desarrollo de nuestras funciones. Nada se aplica automáticamente.

VS: Los cambios de las normas procesales ayudan en el desempeño de las funciones debido a que el proceso resulta más breve, al evitar dos instancias obligatorias. La posibilidad de realizar un juicio breve en causas de nulidad evidente y sobre todo la existencia de una gran cantidad de tribunales que posibilitan una mayor cercanía a la gente.

VN: ¿Puede el Derecho Canónico aportarnos a la vida de fe?

HH: El Derecho Canónico no está al margen de la vida de la fe. Me atrevo a decir que sin él no podemos vivir profundamente la vida de fe, ya que la ley suprema de la Iglesia es la Salvación de las almas y esto no se consigue de cualquier manera. Por eso podemos definir la ley canónica como “Ordenamiento de la razón iluminada por la fe e informada por la caridad del Espíritu Santo, promulgada por la autoridad competente, para alcanzar el bien común en su integralidad” (G. Ghirlanda S.J.).

RR: El derecho nos ayuda a profundizar nuestra vida de Fe, la enmarca, la guía y la ilumina. El derecho está orientado como fin único y supremo a la Salvación de las Almas y como tal organiza, regula y nos permite profundizar la Fe. A modo de ejemplo, consideremos las normas litúrgicas las cuales nos encaminan a vivir plenamente las celebraciones. Y así en cada momento de la vida la Iglesia.

San Juan Pablo II, al publicar el Código de derecho Canónico en 1983, dijo: el Código mira más bien a crear en la sociedad eclesial un orden tal que, asignando la parte principal del amor a la gracia y a los carismas, haga a la vez más fácil el crecimiento ordenado de los mismos en la vida tanto de la sociedad eclesial como también de cada una de las personas que pertenecen a ella.

VS: El Derecho Canónico nos aporta mucho a la vida de fe. Es una ciencia sagrada. El fin que persigue es la salvación de todos los hombres, por tanto, sus normas doctrinales o netamente jurídicas, apuntan a acompañar a todos en el camino de la fe.

VN: ¿Qué necesitan los canonistas de la Iglesia?

RR: No sé si específicamente los canonistas. Creo que como fieles que somos es necesario que cada uno conozca la existencia del derecho, y que este ordenamiento como tal no es una letra fría y estricta solamente para el conocimiento de unos pocos, sino que este derecho es para perfeccionar nuestra vida de fe y orientado a la salvación de cada uno de nosotros.

HH: Los canonistas necesitamos que todos en la Iglesia conozcan, aprecien y vivan según lo establecido en la ley canónica para dar al mundo un vivo testimonio de la caridad de Cristo. Sin justicia no hay caridad posible, esa es su naturaleza pastoral.

VS: La Iglesia somos todos. Si la pregunta apunta a la Iglesia jerárquica, continuar en este camino y esfuerzo de dar respuesta a las situaciones que vive la gente, avanzar en el camino pre-judicial, brindando  herramientas que le permitan acompañar a los fieles, antes, durante y después de un proceso.


El próximo, el IX Coloquio Sudamericano de Derecho Canónico, se llevará a cabo del 27 al 31 julio de 2020 en la Ciudad de Ushuaia, Argentina. 

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