“El rey Felipe VI es quien tiene que pedir la exhumación de Franco”

Valle de los Caídos

Pedro Sánchez se prepara para aprovechar su legislatura exprés hasta 2020 y no quiere perder ni un instante para dejar gestos políticos que marquen un estilo de gobierno impensable hace apenas un mes. Y uno de estos gestos –en el que se trabajó durante muchos meses durante la etapa del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero– tiene que ver con “la resignificación” del Valle de los Caídos, el último símbolo que, pretendiendo ser de reconciliación, sigue generando una profunda discordia que resucita la memoria de las dos Españas.

Respaldado por la Ley de Memoria Histórica sacada adelante por Zapatero en 2007, y con la proposición de ley que el PSOE consiguió aprobar el pasado año –con el apoyo de todos los grupos parlamentarios y la abstención del Partido Popular– para ampliar esa norma y exhumar los restos de Francisco Franco, Sánchez lo dejó claro el pasado lunes 18 de junio en TVE, en lo que era su primera entrevista como flamante presidente del Ejecutivo: “El Gobierno tiene que gobernar con el Parlamento, que en 2017 dijo claramente que se exhumasen los restos de Franco y se entreguen a sus familiares y que el Valle de los Caídos se convierta en un memorial sobre la lucha contra el fascismo”.

Para el líder socialista, esta medida “no es abrir heridas, es cerrar heridas”, razón por la que pidió respaldo para “una decisión que el Gobierno de España por supuesto tomará, ya veremos el cómo y la fecha”.

Petición al abad

Así pues, Sánchez quiere y no sabe muy bien cómo. Por eso, no pocos miran a la Iglesia, en concreto al Arzobispado de Madrid, que en esta ocasión, con Carlos Osoro al frente, no se opondrá, siempre y cuando se busque una fórmula de consenso. Sin embargo, quien realmente debe pedir la exhumación de los restos del dictador de la basílica del Valle de los Caídos es el actual rey, no en vano fue su padre quien, en una decisión de última hora, pidió al entonces abad que se enterrase allí, frente al altar, el cadáver del Generalísmo.

“Felipe VI es quien tiene que pedir la exhumación de Franco”, asegura una fuente que conoce los trabajos de la comisión de expertos que, en 2011, tras varios meses de trabajo, presentó el informe para la resignificación del Valle de los Caídos, recomendaciones que, luego, durante el traspaso del poderes al Gobierno de Mariano Rajoy, quedaron arrumbadas en un cajón de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.

“El primer paso tiene que darlo el jefe del Estado –hoy Felipe VI–, porque fue el jefe del Estado quien le confió al abad que se hiciese cargo de los restos mortales de Franco. Los hechos cronológicos fueron los siguiente: muere Franco, se corona al Rey y luego se produce la inhumación. Es decir, quien ordena entregar los restos al abad, y en un momento en el que no había democracia formal, es el jefe del Estado entonces omnipotente. Por tanto, el abad necesita recibir una orden del Rey. Lo que no sé es si todavía en el Gobierno hay suficiente conocimiento de este hecho, pero irá llegando”, dice la misma fuente, en alusión a que en la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, reunida el pasado lunes 18, se frenó un tanto la línea más combativa defendida por el secretario de Justicia y Nuevos Derechos del PSOE.

“Todos los allí enterrados son víctimas, excepto Franco. Incluso José Antonio Primo de Rivera. Estando Franco, aquello se convierte en un mausoleo del dictador y se pervierte la intención de un memorial de las víctimas de ambos bandos con un significado de reconciliación nacional”, añaden desde el PSOE.

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