Sínodo Panamazónico: el Papa acompaña la primera reunión de la comisión pre-sinodal

  • Con una activa participación de la REPAM, comienza a trazarse la ruta de preparación para la Asamblea Especial del Sínodo de 2019
  • Se avanza en estrategias y materiales para ‘dar voz’ a los pueblos originarios durante esta etapa

Roma abrió sus puertas a los obispos de la Amazonía, tras el inicio, este 12 de abril, de la primera reunión de la comisión pre-sinodal de la Asamblea Especial del Sínodo sobre la Panamazonía: “Nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”, con la presencia del papa Francisco.

De este modo, los obispos convocados –en su mayoría representantes de los países que integran el bioma panamazónico y vinculados a la Red Eclesial Panamazónica (REPAM)–, al igual que el secretario ejecutivo de la REPAM (Mauricio López), la religiosa delegada de la CLAR (María Irene Lopes Dos Santos), y algunos asesores de la REPAM, junto con la Secretaría General del Sínodo comenzaron a trazar la ruta para la construcción colectiva, en sintonía con el clamor de los pueblos originarios, de una Iglesia con rostro amazónico, esperanza para la Iglesia universal.

“Este encuentro se suma a todas las acciones siguientes que se van preparando en los territorios amazónicos”. Así ha sido posteado el histórico encuentro en la cuenta de Facebook de la REPAM. La reunión culminará hoy viernes 13 de abril por la tarde.

Atenta escucha

Según han informado los participantes, a través del portal de la REPAM, el Papa ha dicho que “yo vine para escuchar”, por lo que su presencia ha sido “cercana y silenciosa”, en la que ha compartido el momento de la oración y el estudio del documento preparado –paso por paso– bajo la metodología del ver, juzgar y actuar.

Primera reunión de la comisión pre-sinodal / REPAM

Al respecto, Irene Lopes, secretaria ejecutiva de la REPAM Brasil, señala que “es un momento de mucha gratitud, sentir esta cercanía, la sencillez”.

El importante papel de la REPAM

Desde su creación, la REPAM ha nucleado diversas instancias en función de la defensa y el cuidado de los territorios y las comunidades panamazónicas. De allí que su participación en la comisión pre-sinodal es clave, como lo expresa el hecho de que se le haya confiado la responsabilidad de preparar los materiales de esta primera reunión.

Marcia Oliveira, asesora de la REPAM y especialista invitada, quien ha participado directamente en la producción de dichos materiales, considera que “la contribución de este grupo ha sido llevar al debate las voces, los gritos y los esperanzas del pueblo de la Amazonía”.

La también delegada de la Conferencia Latinoamericana de Religiosas y Religiosas (CLAR), Irene Lopes, por su parte, considera que “el trabajo es duro, pero el equipo está muy comprometido a hacer el material accesible para las bases”, agregando que “queremos que sea estudiado y reflejado, que tenga la cara de la Amazonía y que ayude a las bases a contribuir con el sínodo”.

“La REPAM tiene una gran responsabilidad en este Sínodo” –prosigue Lopes– quien afirma que  “se espera que este documento sirva para ser trabajado con todos quienes tengan interés en el Sínodo, especialmente la gente de la Amazonía”.

Los desafíos de este Sínodo no son pocos, sobre todo si se considera que tanto los pueblos originarios como los territorios de la Amazonía, desde hace años se encuentran amenazados, violentados, codiciados, por intereses de grandes capitales y perversos mecanismos que afectan, principales, a las poblaciones indígenas.

“Soy el único indígena aquí”

Al respecto, Justino Rezende, sacerdote salesiano indígena, quien hace parte del equipo asesor, manifestó que “estoy hablando en nombre de los pueblos de la Amazonía y en especial de los pueblos indígenas. Soy el único indígena aquí pero sé que un día estarán más, aquí sentados.  Quiero compartir este espíritu de gratuidad por este signo del Sínodo sobre la Panamazonía. La  Iglesia está mirándonos, con el corazón en nosotros, con la mente,  depositando en los pueblos de la Amazonía, la esperanza de recibir contribuciones importantes, para que la Iglesia sea cada vez más localizada y más universal”.

“Quiero agradecer en nombre de los pueblos indígenas y de los pueblos de la Amazonía, la vida de tantos misioneros, misioneras, sacerdotes y obispos que dieron su vida con nosotros, defendiendo nuestras vidas, nuestras culturas, que fueron martirizados, y gracias a ellos, también, estamos vivos hasta hoy”, concluye el salesiano.

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