Spadaro: “Francisco es el albañil de la reforma de la Iglesia”

“Francisco es lo suficientemente humilde como para no considerarse el don Quijote de la reforma de la Curia”. El jesuita Antonio Spadaro sabe esbozar con facilidad y tino un perfil de Jorge Mario Bergoglio en pocos minutos. No solo como director de La Civiltà Cattolica, sino por haber seguido paso a paso el Pontificado del primer Papa argentino de la historia.

“El éxito no forma parte del programa de un Papa porque su modelo es Cristo y el gran éxito de Cristo fue morir en la cruz. Este es el modelo de un Papa: ser crucificado”, aseguró hoy, 27 de febrero, durante la presentación de ‘En tus ojos está mi palabra’ (Publicaciones Claretianas) en la sede madrileña del Instituto Teológico de Vida Religiosa, un acto apadrinado por el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro. El libro recoge las homilías de Jorge Mario Bergoglio durante los cinco años previos a su elección como Papa, precedido de un encuentro-entrevista con Spadaro.

Contacto directo

“El periodo de Bergoglio como arzobispo de Buenos Aires es el laboratorio del pontificado, porque en esas palabras se ven nacer los temas que ahora desarrolla como Papa. Esas ideas se convirtieron en carne porque el Papa tuvo un contacto directo con la gente“, desarrolló el jesuita periodista, que subrayó cómo los grandes temas del libro son la educación de los jóvenes y la relación con los políticos.

En su particular balance de los cinco años de pontificado, que se cumplirán en un par de semanas, aplaudió su apuesta por la sinodalidad y su liderazgo moral a nivel mundial, y dijo que “la Iglesia está viviendo en una etapa de cambio. Es el primer Papa que no ha vivido el Concilio en persona, pero él mismo ha sentido la necesidad fuerte de recuperar el espíritu del Vaticano II y llevarlo adelante. Sabe que el Vaticano II todavía no se ha digerido bien, pero sabe que hay que ir adelante con él”.

Pontificado dramático

Consciente de que en este tiempo tanto la Iglesia como la sociedad han cambiado, Spadaro considera que Francisco eligió su nombre no solo por la referencia a los pobres, sino porque Asís encarna también la necesidad de la reforma: “Ahora Francisco quiere ser el albañil de la Iglesia católica, quiere una reforma espiritual, porque esto va hasta el fondo. Está metiendo a toda la Iglesia en los ejercicios espirituales”. Y añadió: “Es más profundo que lento y esa lentitud es proporcional a la profundidad”.

“La Iglesia se ha convertido en este tiempo un laboratorio teológico en el que a veces se confrontan tensiones positivas y negativas”, explicó Spadaro, que recordó que el pontificado de Francisco no es “light”, sino “dramático”. “Hay cardenales que lo defienden -Osoro lo sabe bien- y otros que no tanto, a los que incluso ha tenido que desmentir no solo por opiniones personales, sino por decir cosas que el Papa no respaldaba”, comentó a continuación el religioso, que añadió a continuación: “Las resistencias no son contra Francisco, son contra el Concilio”.

Fruto del discernimiento

Sobre la forma de actuar de Francisco, Spadaro dijo que “no tiene un despacho, su despacho es la capilla”. A partir de ahí desarrolló que “algunos creen que el Papa tiene un plan quinquenal. Se equivocan, sus decisiones son fruto del discernimiento y no actúa sin una consolación interior. Esto hace imposible cualquier programa rígido, porque sigue la realidad en su cambio”.

Por otro lado, reconoció que Francisco ha logrado un gran predicamento entre los más alejados: “Francisco es un Papa eléctrico que genera cambios magnéticos. En torno a él se generan campos de atracción y de destrucción, pero sobre todo es catalizador de energía positiva”. “No se trata de un Pontificado de frutos, sino de semillas. Esas semillas que está sembrando son mucho más grandes que los frutos que está dando”, concluyó.

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