Los jóvenes de la JOC: “Tenemos dones, pero no nos sentimos acompañados”

  • La Juventud Obrera Cristiana se reúne en Las Palmas de Gran Canaria para celebrar su 48º Consejo General
  • La otra actualidad del día, bajo la óptica del director de Vida Nueva:
    • La Generalitat valenciana, ante el “adoctrinamiento” de la clase de Religión
    • Cifuentes respalda vía presupuestaria la labor de la Iglesia madrileña

Consejo General de la Juventud Obrera Cristiana en 2017

Para la gran mayoría, este puente de la Inmaculada es tiempo para la penúltima escapada del año, para atesorar compras navideñas de los más previsores o para acondicionar la casa para las fiestas que se acercan. No es el caso de la Juventud Obrera Cristiana (JOC), que celebra en estos días en Las Palmas de Gran Canaria su 48º Consejo General. Momento de encuentro y reflexión con la mirada puesta en el Sínodo de los jóvenes de 2018, para el que se han preparado a conciencia abordando el documento preparatorio como pocas instituciones dentro de la Iglesia española.

De ahí, que se hayan atrevido a hacer una radiografía de la situación de la generación selfie: “Con incertidumbre, en el paro o sufriendo la precariedad laboral, sin acceso a una vivienda digna, con una dificultad de acceso a los estudios cada vez mayor; explotados, marginados e ignorados, sin canales reales de participación para que nuestra voz sea escuchada y valorada, aumentando así la injusticia y las desigualdades. Jóvenes sin presente y sin futuro, sufrientes de un contexto y estructura social que fractura nuestras vidas”.

Este es el diagnóstico de Mª Isabel Herrera, miembro del Secretariado General de la JOC en España. “Los y las jóvenes tenemos deseo de cambio, capacidad de indignarnos, organizarnos y hacer que otros jóvenes también se organicen” argumenta Raquel Lara, que también forma parte del Secretariado, sabedora de que “tenemos las capacidades y dones para hacer este mundo más fraterno y justo, pero no nos sentimos acompañados para poner todo ese potencial al servicio de la comunidad”. Ojalá el Sínodo sea verdadero soplo para reforzar este acompañamiento.

La Generalitat Valencia, ante el “adoctrinamiento” de la clase de Religión

La contienda política, en ocasiones, lleva en ocasiones, a los responsables públicos a lanzar acusaciones gratuitas, si base real, cuando se ven atacados por distintos frentes. Solo así se entiende la reacción del secretario autonómico valenciano de Educación, Miguel Soler, en una entrevista concedida al diario El País.

En ella, al político de largo recorrido en las filas socialistas, se le pregunta sobre un posible adoctrinamiento en las aulas en la Comunidad Valenciana, al hilo de las acusaciones lanzadas en las últimas semanas hacia la Generalitat catalana. Para echar balones fuera, lejos de argumentar, responde buscando un blanco fácil: “Si lo hay, debe ser clandestino, porque no nos hemos dado cuenta. Cuando se habla de adoctrinamiento, el único que conozco y es legal, es el que se produce en la clase de Religión”.

A renglón seguido, intenta limar su reflexión: “No es un ataque a Religión, solo digo que es el único que existe, pero está dentro del currículo y son las familias la que lo exigen”.

Cifuentes respalda vía presupuestos la labor de la Iglesia

En total, la Comunidad de Madrid destinará el próximo 2018 unos 2,5 millones de euros a respaldar la labor de la Iglesia en la región. Es la suma de las diferentes partidas recogidas en los presupuestos de 2018 para instituciones sin ánimo de lucro, asociaciones y fundaciones que en total recibirán 216 millones de euros.

De esta manera, el Ejecutivo de Cifuentes invertirá 1,87 millones de euros en la restauración y mantenimiento del patrimonio histórico histórico artístico de la Iglesia, una partida que revierte directamente en el turismo de la ciudad, tratándose de una inyección en templos, edificios y monumentos eclesiales considerados, al menos, como bien de interés cultural.

Junto a ello, la Comunidad de Madrid aportará 673.105 euros para el Arzobispado de Madrid así como 24.891 euros para la Delegación Diocesana de Enseñanza. Junto a ellos, destacan otras dos partidas para dos instituciones eclesiales referentes en el ámbito social de la región, que son los 60.000 euros para las religiosas de Villa Teresita, dedicadas al trabajo con las víctimas de la trata, así como los 80.000 euros para las adoratrices, que a través de la Fundación Luz Casanova realizan una trabajo indiscutible para rescatar a las víctimas de la prostitución y el acompañamiento a las víctimas de la violencia machista.

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