“La parroquia está más allá del templo”

  • El Regnum Christi premia a cuatro sacerdotes por su “fidelidad y trabajo silencioso” con el galardon Alter Christus
  • El galardonado párroco de la UVA en Vallecas denuncia que en su barrio se alquilan terrazas de pisos por 50 euros al mes

El sacerdote Gonzalo Ruipérez, en los premios Alter Christus 2017

“Os invito a vivir la pobreza evangélica, aquella que permite ver la pobreza en los demás, pues nos jugamos no solo el cielo, sino sobre todo la propia felicidad y la de muchos: nos toca llevar la propia cruz, y a algunos, además, un poco de la cruz de los demás”. Con estas palabras se dirigió el sacerdote Gonzalo Ruipérez a los asistentes en la entrega de los premios Alter Christus, con los el Regnum Christi busca reconocer la contribución de los sacerdotes a las personas y a la sociedad.

Ruipérez, párroco de San Juan de Dios, situada en la Unidad Vecinal de Absorción de Vallecas, la UVA, recogió ayer el galardón a la pastoral social. Junto a él, fueron premiados otros tres presbíteros: Bruno Bérchez, por su trabajo con los jóvenes de Barcelona,  Miguel Garrigós, por su labor con las familias de Toledo, y Nicolás González, al servicio de las carmelitas del monasterio de la Encarnación de Ávila.

“Cuando uno habla de acción social habla de pobreza, de una parroquia que está más allá del templo, de ese barrio que nos espera, de ese mundo al que estamos llamado para ser levadura”, recordó Ruipérez que reveló cómo en su barrio la exclusión es la tónica cotidiana, reflejada en hechos tales como el alquiler de terrazas sin cubrir como vivienda a 50 euros al mes. “Hemos tenido que responder con muchas mantas”, explicó el párroco que apunta cómo otro de los grandes retos es responder a las “pobrezas espirituales, miserias que tocan el alma, que hacen sufrir, y que hacen llorar mucho más que la falta de una manta”.

Mentira podrida

Por su parte, el delegado de pastoral juvenil de la archidiócesis de Barcelona, al recoger el premio en la categoría de Nueva Evangelización, explicó que “a mí me dicen ‘la Iglesia va mal’, y yo les digo ‘mentira podrida’… He visto tantos milagros en estos años, tantas conversiones… Y doy gracias al Señor, porque él ha querido que las viera”.

A partir de ahí narró el origen de su vocación: “Me convertí con 20 años. Cristo me vino al encuentro cuando era un joven. Fue en una terraza fumando un cigarro. No hubo ningún plan pastoral por medio. El Señor hace lo que le da la gana, y eso siempre lo he tenido muy claro, igual que yo sé qué es ser joven lejos del Señor”.

El sacerdote Miguel Garrigós, en los premios Alter Christus 2017

El sacerdote Miguel Garrigós, en los premios Alter Christus 2017

En su intervención, el responsable de la delegación de Familia y Vida en la diócesis de Toledo, Miguel Garrigós, puso en valor a aquellas realidades familiares que se encuentran “en las periferias existenciales, atravesando situaciones difíciles como las mujeres separadas que forman el grupo santa Teresa, las familias Emaús, las familias en duelo que son atendidas en la Posada del Buen Samaritano”.

Cerró el acto el padre Carlos Zancajo, director territorial del Regnum Christi y la legión de Cristo en España, que agradeció la ejemplaridad cotidiana de los premiados, “gran testimonio de fidelidad y de trabajo silencioso, de mucho tiempo, de muchos años”.

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