Carmen Peña llama a pasar de una “pastoral de los fracasos” a un esfuerzo para “consolidar los matrimonios”

  • Agentes pastorales de todo el mundo vinculados a los salesianos analizan en Madrid
  • La consultora del Sínodo sobre la Familia explica que la pastoral juvenil tiene la responsabilidad de formar a las futuras familias

Continúa en Madrid el ‘SYM Family 17‘, un congreso en el que la Congregación Salesiana ha reunido a 300 agentes de pastoral en un congreso internacional para reflexionar sobre la implicación mutua entre la pastoral juvenil y la familiar, que se inauguró el pasado lunes.

En la jornada de este miércoles, 29 de noviembre, la consultora del Sínodo sobre la Familia, Carmen García Peña, doctora en Derecho Canónico y profesora en la Universidad de Comillas de Madrid, ha presentado los restos que plantea actualmente la familia y señaló propuestas para una pastoral juvenil preparatoria del matrimonio.

“Aprender a amar no se improvisa”

La profesora presentó las ideas que el papa Francisco ofrece en ‘Amoris Laetitia’ a los agentes de pastoral para el trabajo con las familias y con los jóvenes, pues ellos formarán las familias del futuro. Para ello, propuso, “hay que presentar a los jóvenes el matrimonio en clave vocacional y para eso hay que revisar la propuesta que desde la iglesia se está haciendo”. “Aprender a amar no se improvisa”, recalcó aludiendo a la importancia de la formación para la afectividad, el noviazgo y el matrimonio.

Invitó a todos ha desarrollar una mirada profética, de denuncia por ejemplo de la violencia intramatrimonial, y mirada constructiva, “para presentar la belleza y verdad de la doctrina eclesial sobre el matrimonio y la familia” que “no está reñida con la misericordia hacia las familias frágiles y heridas”, aclaró.

Señalando algunas propuesta concretas, recordó que “más importante que una pastoral de los fracasos es el esfuerzo pastoral para consolidar los matrimonios y así prevenir las rupturas”. Para ello, insistió en la necesidad de la formación para el matrimonio, que no debe reducirse a “un curso de unos días”. En cambio, abogó, haciendo referencia a palabras del papa Francisco, “a un verdadero catecumenado” que acompañe un itinerario de preparación al matrimonio entendido como verdadero “proceso vocacional”.

Pequeños pasos

En la segunda jornada, la del martes 28 de noviembre, intervino Fabio Attard, consejero salesiano para la Pastoral Juvenil, ofreció una lectura de reflexión que la congregación ha hecho sobre la relación entre pastoral juvenil y familia. Para él, “la pastoral juvenil sin familia no es una auténtica experiencia pastoral”.

El responsable pidió “una mayor y mejor formación” de los agentes evangelizadores en el actual contexto plural en lo religioso, social y en el ámbito sexual. Para el consejero, la pastoral familiar “no es una actividad, sino que es un proceso”, y que debe integrarse dentro de los proyectos concretos de las presencias. Por ello, propuso crear ecosistemas educativos e insistió en la importancia de la “política de los pequeños pasos”, hacer poco, pero no dejar de hacerlo.

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