Francisco apuntala la orientación moral de Amoris laetitia frente a los críticos

El último número de la edición iberoamericana de La Civiltà Cattolica ofrece el balance de su director, el jesuita Antonio Spadaro, tras el viaje del papa Francisco a Colombia. Entre las novedades, la publicación revela los detalles del encuentro con los jesuitas y las personas reunidas en el santuario de san pedro Claver, en Cartagena de Indias.

Para Spadaro, las intervenciones del Papa en Colombia muestran que “el Santo Pueblo de Dios en el que se manifiesta la gracia, no puede basarse  en una concepción lógica. No es una ideología, se trata de una ‘categoría mítica’ que insta a actuar en lugar de argumentar”.

La gracia de la reconciliación

La revista refleja el diálogo del Papa con “un grupo de 65 religiosos de diversas comunidades de la Compañía de Jesús”, con quienes dialogó a partir de las preguntas de los religiosos.

Tras alabar la acogida espontánea del pueblo colombiano, Francisco señaló que la Iglesia “necesita pastores que se dejen llevar por esa realidad del pueblo que no es ideológica: es vital, es viva”, en alusión al proceso de reconciliación y la superación de las ideologías. Para Francisco, “la gracia de Dios que se manifiesta en la vida del pueblo no es una ideología […] la gracia, en sí, no es una ideología: es un abrazo, es algo más grande”.

A los responsables de la pastoral con jóvenes pidió que pusiesen “al joven en movimiento, lo ponemos en una dinámica en la que el Señor le empieza a hablar y comienza a moverle el corazón” y dejar que hable la fuerza del testimonio, señaló contando una anécdota.

“La moral de Amoris laetitiae es tomista”

Un jesuita preguntó al Papa sobre las polémicas que ha levantado Amoris laetitia. Francisco ha pedido que para entender la exhortación “hay que leerla de principio a fin. Empezar con el primer capítulo, continuar por el segundo… y así siguiendo… y reflexionar. Leer qué cosa se ha dicho en el Sínodo”.

Además, reconoció que “algunos sostienen que la moral que que está a la base de Amoris laetitia no es una moral católica o, al menos, que no es una moral segura. Ante esto quiero reafirmar con claridad que la moral de Amoris laetitiae es tomista, la del gran Tomás”, señaló citando al cardenal Schönborn. “Esto lo quiero decir para que ayuden a la gente que cree que la moral es pura casuística”.



Hacer vida la teología

A los intelectuales les recordó que “la filosofía no se hace en laboratorio, sino en la vida, en el diálogo con lo real… En el diálogo con lo real encontrarás, como filósofo, a los tres trascendentales que hacen la unidad, pero con nombre concreto”, señaló a un profesor jesuita.

“La teología de Jesús era la cosa más real de todas, partía de la realidad y se elevaba hasta el Padre. Partía de una semillita, de una parábola, un hecho… y ahí explicaba. Jesús quería hacer una teología profunda y la realidad grande es el Señor”, sentenció.

En este sentido recalcó: “A mí me gusta repetir que para ser buen teólogo, además de estudiar, dedicarse, ser despabilado y captar la realidad, hay que reflexionar las cosas de rodillas. Un hombre que no ora, una mujer que no ora, no puede ser teólogo o teóloga. Será el volúmen del Denzinger hecho persona, sabrá todas las doctrinas habidas y por haber, pero no hará teología”.

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