“Desde la Conferencia Episcopal no se están convocando marchas”

La istitución aclara su posición frente al aborto, la eutanasia y la adopción por parte de parejas del mismo sexo

“Desde la Conferencia Episcopal no se están convocando marchas (contra el aborto, la eutanasia y la adopción por parte de parejas del mismo sexo)”. La aclaración fue hecha a través de la oficina de comunicaciones de la institución el día de ayer, después de que el domingo se diera a conocer un comunicado firmado por Luis Augusto Castro, arzobispo de Tunja y presidente de la entidad.

El documento inicia con las siguientes palabras: “Los obispos católicos de Colombia denunciamos y rechazamos la implantación en el país de una cultura política y jurisprudencial que desconoce el valor sagrado y la dignidad de la vida humana y de la familia, al promover proyectos legislativos en torno a temas como el aborto, la eutanasia y la adopción de niños por parte de parejas del mismo sexo”. Más adelante hace un llamado a los fieles católicos para que se expresen públicamente y defiendan los valores de la fe cristiana en relación con la vida y la familia.

El cómo se omite. He ahí la confusión. Máxime si en el pasado la Conferencia Episcopal ha exhortado “a los católicos y a los colombianos en general” a unirse a marchas en defensa de dichos valores. Muestra de ello es el comunicado del 8 de agosto de 2016, firmado por Óscar Urbina, arzobispo de Villavicencio y vicepresidente de la institución, en relación con las movilizaciones que en distintas partes del país se desarrollaron el día 10.

En rueda de prensa para dar a conocer el documento, con parejas y niños de fondo, el cardenal Rubén Salazar, arzobispo de Bogotá, reiteró en aquella ocasión la invitación, en plena sede de la Conferencia Episcopal: “En el país la familia está siendo amenazada; es necesario salir a defenderla y a proclamar que es la célula de la vida social”.

Al día siguiente de la jornada de marchas, a través de su cuenta de Twitter, Salazar felicitó y bendijo a quienes se unieron a las movilizaciones. Sin embargo, el 13 de agosto, en entrevista para El Tiempo, criticó la manipulación política de la cual, a su parecer, fue objeto la jornada, en medio de un clima de debate nacional respecto al plebiscito en que finalmente se impuso el “No” a los acuerdos de La Habana. “Que políticos se hayan metido para tratar de llevar el agua a su molino es indudablemente un acto deshonesto”. “Me parece un abuso de los padres de familia el haber introducido la política a esas marchas”.

El comunicado dado a conocer esta semana declara que la Iglesia Católica se mantiene firme en su enseñanza: “el respeto y defensa de la vida humana, desde su concepción hasta su fin natural; la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer; la libertad de educación de los hijos y la promoción del bien común en todas sus formas no son negociables”.

En medio de la confusión generada y antes de que la Conferencia Episcopal insistiera en que esta vez los obispos no están llamando a marchar, Élkin Álvarez, secretario general de la entidad, señaló: “el llamado que estamos haciendo a los católicos es que desde las oportunidades que tenemos en la vida social siempre nos manifestemos coherentemente con nuestra fe y especialmente en estas materias de la vida y de la familia”.

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