Tribuna

Monti

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ANTONIO PELAYO | Corresponsal de Vida Nueva en Roma

“El actual presidente ruso, Dimitry Medveded, ha calificado de auténtico “milagro” el revivir de la Iglesia Ortodoxa rusa en los últimos veinte años”.

Entre las muchas cosas que se han escrito y dicho estos días sobre el profesor Mario Monti, a quien el presidente Napolitano ha encargado la delicada tarea de formar Gobierno, no he visto que se haya hecho referencia alguna a su condición de católico practicante –exalumno de los jesuitas en Milán–, aunque él nunca haya hecho alusión a esta dimensión de su personalidad. El domingo 13, antes de dirigirse a su despacho de senador vitalicio, acudió a misa en la iglesia de San Ivo, en la antigua sede de la universidad romana de La Sapienza, que Borromini coronó con una espléndida torre de la sabiduría.
Evidentemente, es consciente de que, en estos momentos difíciles, necesita de modo especial este don del Espíritu Santo y la ayuda del cielo, ya que en la tierra no le van a faltar zancadillas y tropiezos.

En el nº 2.777 de Vida Nueva