La vida de un trago

Good heart (Un buen corazón)

(J. L. Celada) Un joven vagabundo, que ha tratado sin éxito de quitarse la vida, y un anciano huraño y mal encarado, que se aferra a la suya tras sufrir un quinto infarto, cruzan sus destinos en una habitación de hospital. Tal circunstancia constituye el punto de partida y el cimiento sobre el que Dagur Kári levanta su último trabajo: The good heart, una historia en torno a las bondades del corazón, las que afectan a la salud cardiovascular y las que remiten a la generosidad como actitud vital.

Parisino de nacimiento, aunque criado en Islandia y formado para este arte en Dinamarca, el realizador se traslada ahora a Nueva York para narrarnos con sencillez y una evidente estética indie la relación que se establece entre su pareja protagonista (el veterano Brian Cox y el prometedor Paul Dano), siguiendo el ya clásico patrón del maestro y el discípulo. Un aspecto, sin embargo, resulta determinante en este proceso de aprendizaje: el escenario del mismo, un bar que por momentos nos devuelve al televisivo Cheers, si bien se abunda tanto aquí en una poética de la marginalidad que no sólo se aleja de aquel recordado establecimiento de Boston, sino que viene a emparentarse con no pocas producciones que extraen auténtico petróleo de esa épica de los perdedores.

Cierta ‘sociología de barra de bar’ defiende que los peores bares, a las peores horas, están llenos de la mejor gente. O, al menos, de los clientes más fieles, cabría matizar. Y de esa presencia variopinta y familiar se sirve el director y guionista para vehicular un discurso optimista acerca de la amistad, los malos tragos o el miedo a volar. Porque Un buen corazón siempre logrará sobreponerse al cinismo (y la misoginia) del arrogante dueño del local.

Frente a su manifiesta hostilidad hacia cuanto le rodea, su intransigente manera de entender el negocio y la despótica tutoría que ejerce sobre ese infeliz al que saca de la calle, Kári apuesta por la amabilidad de un ser vulnerable, dispuesto a descubrir las lecciones que se le brindan detrás de cada copa servida, de cada café molido, de cada rostro apostado al otro lado del mostrador… Cada ronda es una nueva oportunidad para aprender… también el oficio de camarero.

La irrupción de una mujer en un universo tan cerrado no hace sino reforzar este planteamiento, al tiempo que proporciona las necesarias gotas de humor y ternura a estos excéntricos personajes. Dos ingredientes que contribuyen a divertir y emocionar al espectador con la facilidad con que casi siempre lo hacen películas como The good heart, una cinta que recurre a tópicos y se mueve en el terreno de lo previsible, pero que acaba por desarmar y atrapar al más indefenso de los órganos: el corazón. Y esta sensación no se explica (ni se soluciona) con trasplantes.

FICHA TÉCNICA

TÍTULO ORIGINAL: The good heart

GUIÓN Y DIRECCIÓN: Dagur Kári

FOTOGRAFÍA: Rasmus Videbaek

MÚSICA: Dagur Kári y Orri Jonsson

PRODUCCIÓN: Skuli Malmquist y Thor Sigurjonsson

INTÉRPRETES: Brian Cox, Paul Dano, Isild Le Besco, Stephanie Szostak, Clark Middleton, Daniel Raymont

En el nº 2.711 de Vida Nueva.

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