Éxitos que matan

Perdona si te llamo amor

J. L. Celada) Es el ‘fenómeno Moccia’, y ha traspasado ya las fronteras geográficas y literarias dispuesto a causar estragos –en el más amplio sentido del término– allá donde recala. Al escritor, guionista y director italiano Federico Moccia se le acumulan las buenas noticias, en las librerías y en las salas de cine. Mientras se lanzaba en España su nueva novela, Perdona pero quiero casarme contigo, llegaba a la cartelera la adaptación al celuloide de su anterior best seller, Perdona si te llamo amor. El texto, traducido a más de 15 idiomas, ha vendido más de tres millones de ejemplares sólo en su país (300.000 en el nuestro) y su versión cinematográfica promete batir récords en taquilla.

Posiblemente, ocurra algo semejante por estos lares, único pretexto para traer aquí a colación un trabajo tan hueco como sugiere su sonoro título. De no ser así, y sin ánimo de juzgar los gustos de tantos y tantos lectores y espectadores, podríamos despachar esta cinta diciendo que su cursilería y su abuso del tópico alcanzan registros que no pocos creíamos desterrados de este oficio. Como mínimo, del lenguaje fílmico.

No conforme con proponer una historia de amor una y mil veces narrada, Moccia decide aderezar su relato de los hechos con una machacona voz en off y la inclusión de abundantes citas de nombres ilustres (Neruda, Shakespeare, Balzac…) acompañando su personal –y manida– visión del más universal de los sentimientos. Si a esto le añadimos otra serie de lugares comunes, como el azar en forma de accidente o la diferencia de edad como escollo y desafío, el resultado se antoja empalagoso y previsible.

Porque, en manos de Moccia, la relación de ese creativo publicitario camino de los 40 y en plena crisis de pareja (un correcto Raoul Bova) con una atrevida adolescente 20 años menor que él (Michela Quattrociocche) se torna un anuncio de hora y media sobre la búsqueda de la felicidad, la conquista de los sueños y el poder de un corazón enamorado. Loables reclamos, si no fuera porque el realizador los convierte en una de tantas comedias románticas de Richard Gere. Las mismas que su protagonista desaconseja seguir viendo a uno de sus amigos, obsesionado con las infidelidades de su esposa.

Bien es cierto que, entre tanta palabrería y exceso de azúcar, Perdona si te llamo amor nos regala algunas situaciones cuya frescura y desparpajo aligeran la pretendida carga de profundidad de una película que alimenta el amor propio de Moccia en la misma medida que despierta nuestra vergüenza ajena. Y es que se puede morir de amor… y de éxito, pero hay éxitos que matan. Avisados quedan.

FICHA TÉCNICA

TÍTULO ORIGINAL: Scusa ma ti chiamo amore

DIRECCIÓN: Federico Moccia

GUIÓN: Federico Moccia, Chiara Barzini y Luca Infascelli, sobre la novela homónima del primero

FOTOGRAFÍA: Marcello Montarsi

MÚSICA: Claudio Guidetti

PRODUCCIÓN: Rita Rusic

INTÉRPRETES: Raoul Bova, Michela Quattrociocche, Luca Angeletti, Francesca Antonelli, Francesco Apolloni, Michelle Carpente, Veronika Logan

En el nº 2.707 de Vida Nueva.

Compartir