(Maite López Martínez) El pasado fin de semana fue movido en Madrid a nivel de música cristiana. Tuvo lugar la ya tradicional NAO (Noche en Arte y Oración), cuya XI edición contó con experimentados grupos y cantautores, junto con noveles y jóvenes intérpretes: ‘Los raperitos de la Merced’, ‘Ensamble Jaris’, el ‘Coro Salesiano de Carabanchel’, Beatriz Grifol, ‘Ixcis’, Toño Casado, Rogelio Cabado, Migueli, ‘Cara Oculta’ o Luis Guitarra, entre otros, se hicieron presentes en distintos momentos. Tanto el concierto “en familia” como la vigilia tuvieron lugar en el acogedor salón de actos del Colegio Sagrada Familia, desde el atardecer y prolongándose durante la noche hasta la madrugada.
Muy distinta fue la actuación del grupo de pop cristiano ‘Siete Días’ el domingo 7 de marzo en plena Puerta del Sol, desde las 12 de una fría y nubosa mañana, en el contexto de la masiva manifestación convocada a favor de la vida. Actuaron a la intemperie y en la calle, expuestos al aplauso de los presentes o a la indiferencia de los viandantes. Junto con ellos, y al final del acto, se unieron Miriam Fernández, Patricia Losada y Eva García. Estilos, contextos y ambientes muy distintos, así como los propios organizadores, el nivel de participación y los objetivos de los eventos, pero una misma la esencia y la fuente de inspiración, lo que las convierte en expresiones mucho más afines (y complementarias, diría yo) de lo que, a simple vista, puede parecer.
Los artistas cristianos no pueden dejar de comunicar, con la peculiaridad que les caracteriza, su pensar y sentir. Lo hacen con tanta fuerza y convicción como pueden y, a veces, se les permite. Es necesario que haya oportunidades y excusas para celebrar la vida y la fe. Y, hoy por hoy, escasean, pero no faltan.
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En el nº 2.699 de Vida Nueva.
