(Maite López Martínez) Las composiciones de música litúrgica de corte clásico no son demasiado abundantes en los tiempos que corren. De ahí que las pocas que se van publicando tengan, irremediablemente, mucha importancia. Máxime cuando se trata de una obra con un largo recorrido y con probada excelencia artística, como es el caso de la Misa de la Paz (www.misadelapaz.es). Se trata de una obra de Manuel López Fernández, quien ha cultivado especialmente la música sacra a lo largo de su extensa carrera profesional.
La Misa de la Paz fue solemnemente estrenada en Pamplona en 1974, en pleno apogeo de la renovación litúrgica del Concilio Vaticano II, que, como bien sabemos, propició un espectacular desarrollo de las lenguas vernáculas en progresivo abandono del latín. Su importancia radica en que fue la primera misa polifónica en castellano, hecho por el que, en su momento, fue ampliamente divulgada en Radio Nacional y Televisión Española, y siendo, por tanto, pionera en dicha renovación. A lo largo de estos años ha sido interpretada en numerosas ocasiones, habiéndose realizado de ella algunas grabaciones parciales. La versión que ahora se edita –cuidada hasta el más mínimo detalle– ha sido revisada y perfeccionada y se ofrece en dos versiones: para orquesta y voces mixtas, en el CD, y para órgano y coro, en el libreto de partituras.
Más de treinta años después de ser compuesta, y como muestra de su sorprendente actualidad, ha sido reestrenada en un concierto con gran afluencia de público el pasado 31 de marzo en el contexto de la Semana de Música Sacra de Santander, en la iglesia de Santa Lucía de dicha ciudad. El concierto corrió a cargo la coral Voces Cántabras y la orquesta Julio Jaurena bajo la dirección de Miriam Jaurena, intérpretes del disco. Una obra de calidad muy recomendable para los muchos coros que participan en las celebraciones eucarísticas.
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En el nº 2.702 de Vida Nueva.
