El filósofo

Santos-Urías(Santos Urías)

“Tal vez los ‘porqués’ se nos quedan muy lejos. Pero seguiremos preguntándonos y bebiendo juntos. Escuchando la vida. Buscando más allá de los medios de información y de los libros. Aunque tenga que ser de madrugada y en la barra de un bar”

No es fácil ser filósofo y vivir. Demasiadas preguntas para pocas respuestas. Mi amigo busca en los libros, en la sabiduría popular, en las tesis, en los viajes, en la gente. Bellas historias de griegos y romanos; interesantes tradiciones de cristianos y musulmanes; países que todavía conservan las huellas del marxismo totalitario y otros lugares que son grandes plataformas comerciales, imagen de un sistema tan competitivo y actual como decadente.

Al pasar por la antigua Yugoslavia, los interrogantes se multiplican: mucho maquillaje para tantas heridas abiertas; una apariencia de modernidad y capitalismo y muros que aún conservan los restos de la metralla.

El filósofo indaga, investiga, se cuestiona, no se puede conformar. Y acude a las fuentes: cuatro o cinco cervezas junto a la barra de un bar. Un camarero que habla, que intenta explicar, que confiesa y se confiesa, que calla y que llora recordando antes de servir la siguiente cerveza.

Tal vez los “porqués” se nos quedan muy lejos. Pero seguiremos preguntándonos y bebiendo juntos. Escuchando la vida. Buscando más allá de los medios de información y de los libros. Aunque tenga que ser de madrugada y en la barra de un bar.

surias@vidanueva.es

En el nº 2.697 de Vida Nueva.

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