Oír el clamor de los pobres

Cáritas de Asidonia-Jerez analiza en la VII Semana de la Pobreza los retos de las nuevas políticas sociales

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FRAN OTERO | Comprometidos por la promoción de un mundo mejor, donde se alivien las situaciones de exclusión que sufren muchas personas, Cáritas Diocesana de Asidonia-Jerez celebró, del 31 de marzo al 3 de abril, la VII Semana de la Pobreza, en la que se propuso reflexionar sobre el lema Nuevo pensamiento, sociedad y… Evangelio, o de una forma más concreta, “retos y propuestas ante las políticas sociales”.

En palabras del director de Cáritas, Francisco Domouso:

“Tenemos que discernir sobre los acontecimientos que estamos viviendo, sobre las políticas que se están planteando, las soflamas que nos aturden y dirigen nuestro pensamiento, y sobre la dirección que se está tomando para salir de esta ignominiosa crisis. Y, para que el discernimiento sea coherente, debemos ser excéntricos y extrovertidos, y nuestro centro no debe ser el que desde los poderes se nos está marcando, nuestro centro debe estar en los empobrecidos”.

En la presentación de la Semana, el obispo diocesano, José Mazuelos, puso el mensaje cuaresmal del Papa como punto de partida, pues “nos sitúa en la pobreza y nos sirve como pórtico para entrar en esta semana”, y apostó, ante la situaciones de miseria humana, por la responsabilidad y la misericordia.

Ana Abril, directora del Área de Desarrollo de Cáritas Española, fue la encargada de abrir fuego con una intervención titulada Nuevas leyes y Cáritas, en la que apostó por desterrar la cultura del descarte y promover una que ponga a las personas en el centro. “Tenemos que que mirar desde los clamores del sufrimiento de la gente, desde aquellos que conocéis en las Cáritas parroquiales, en las asociaciones de vecinos o en las relaciones familiares, ya que, como dice el Papa, no podemos dejar de oír el clamor de los pobres”, dijo.
 

Sociedad fracturada

Tras hacer un repaso por las reformas legislativas relacionadas con la sanidad, la educación, la vivienda o el empleo, apuntó que este modelo “nos lleva hacia una sociedad fracturada y desigual”. “Solo con crecimiento económico no vamos a salir de ahí. Necesitamos políticas, inversión, pasión, vocación… Tenemos que tener esperanza en que hay camino, opciones y alternativas. Tenemos que atrevernos a pensar en otras leyes, en otras formas de hacer, en otras economías para encontrar soluciones”, añadió.

En la segunda jornada, el director de Vida Nueva, Juan Rubio, abordó la cuestión de los medios de comunicación. Afirmó, entre otras cosas: “La Iglesia ha tenido siempre como misión desde su fundación ser la gran difusora de la Palabra, comunicar esa Palabra, que está en su propia naturaleza. (…) Sin embargo, hoy tiene unas connotaciones distintas, ya que se mueve en una era diferente y en un planeta nuevo, que es el digital. En este mundo debemos seguir evangelizando y proclamando la misma Palabra de siempre”. A Cáritas la animó a seguir siendo la voz de los sin voz: “Dentro y fuera de la Iglesia, la comunicación tiene que estar al servicio de los más pobres, atendiendo a esos nuevos rostros de la pobreza”.

La última ponencia corrió a cargo del arzobispo de Urgell, Joan-Enric Vives, que reflexionó sobre Evangelio, Doctrina Social y Nuevas Políticas. Después de hacer una llamada a “dejarse renovar por el Evangelio”, insistió en que “no podemos dejar de mirar a la sociedad, que, además de crisis económica, tiene una crisis de valores”.

“Esto no se arreglará solo con un nuevo desarrollo económico, hay quiebras de personalidad, de familia, de manera de ser, un egoísmo… que se está incrustando en las vidas y en las sociedades. Hemos de tener una mirada profunda y bien preparada para, analizando la sociedad, ver sus carencias”, apuntó. El prelado catalán también dedicó un gran espacio a la Evangelii gaudium del papa Francisco, así como a la Doctrina Social de la Iglesia.

El broche a la VII Semana de la Pobreza de Asidonia-Jerez lo puso una mesa de experiencias, que contó con la participación de representantes de las Cáritas de diferentes lugares de España, entre ellos, Canarias, Andalucía, Vitoria o Girona, y que hablaron sobre la realidad concreta en la que trabajan.

En el nº 2.890 de Vida Nueva

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