Un lugar donde despierta y piensa la sociedad

El Foro Pedro Arrupe, promovido por los jesuitas en Madrid, crea opinión sobre temas de hoy

(Texto: Victoria Lara. Fotos: Luis Medina y Foro Pedro Arrupe) El segundo martes de cada mes, a las ocho de la tarde y con una puntualidad casi británica, medio centenar de hombres y mujeres se reúnen alrededor de una mesa en la primera planta del edificio que los jesuitas tienen en la madrileña calle Maldonado, para debatir sobre un tema de actualidad del ámbito social, político, económico, científico o religioso. Es su particular manera de “formar opinión” y de hacer “que la sociedad despierte y empiece a pensar, como sociedad civil, en los temas que le deberían de ocupar”. Ésta es la definición que Jaime de Piniés –una de las personas que participan en esas reuniones– hace de lo que hoy es el Foro Pedro Arrupe, una plataforma de debate, auspiciada por la Compañía de Jesús, pero formada, casi íntegramente, por laicos.

El político y economista Joaquín Leguina

De Piniés pertenece, junto a otros cinco hombres y una mujer, al grupo coordinador de estos debates que buscan un doble objetivo, según José Ignacio Vitón. Por un lado, “crear opinión, y que esa opinión sea fundada y tenga una proyección en los que están en el Foro”; y, por otra parte, “hacernos presentes en la vida pública a través de los medios de comunicación, en la medida en la que podemos”. Vitón es uno de los tres jesuitas que están en la Coordinadora del Foro, una presencia que, sin embargo, no condiciona los temas que se abordan; es más, “no hay una identificación de la Compañía de Jesús con las opiniones que se manifiestan en el Foro”, aclara. Lo que se busca, precisamente, es que haya una diversidad de opiniones sobre distintos temas, porque, según el jesuita, “percibimos que hay mucha polarización ideológica, nuestro intento es que podamos escuchar no aquello que queremos escuchar, sino aquello que nos hace pensar y que no es necesariamente lo que está en mayor sintonía con nuestra opinión”.

Variedad de temas

Diverso es también el espectro de asuntos que se abordan: económicos, políticos, sociales, científicos, sociológicos…; pero con un denominador común: que estén muy de actualidad. “Hemos abordado temas económicos internacionales, el conflicto del Medio Oriente, debates políticos después de las elecciones, la Nanotecnología, qué está pasando dentro del mundo de la genética… Temas que están en la vanguardia del conocimiento”, explica Jaime de Piniés. Virginia Rodríguez-Sahagún –también miembro de la Coordinadora– subraya la capacidad de anticiparse a los acontecimientos: “Se ha hablado aquí de la burbuja inmobiliaria con mucha antelación, porque se traen ponentes de muy alto nivel y que están en posición de ver estos problemas antes de que ocurran”.

Eduardo González, presidente del Foro Nuclear

La calidad de los ponentes es algo de lo que se sienten especialmente orgullosos en el Foro Arrupe, aunque también impresionados, pues no olvidan que la iniciativa nació como una obra parroquial, cuyo principal promotor fue el jesuita Javier Gafo en 1999. En sus casi 11 años de andadura, por el Foro han pasado nombres como Agustín Muñoz Grandes, Felipe Sahagún, Miguel Ángel Moratinos, Ana Pastor, Joaquín Leguina, Fernando González Urbaneja, Rosa Díez o Manuel Jiménez de Parga, entre muchos otros. “Siempre buscamos al especialista”, apunta Max Ebstein, otro de los encargados de la coordinación del Foro, quien explica la dinámica de los debates: “Comienza con una introducción del tema acordado a cargo del experto –unos 20 minutos–, tras la que empieza el turno de intervenciones y el debate entre los asistentes –1 hora y 10 minutos–”.

En todas las sesiones hay un presentador, un moderador y un relator, todos miembros de la Coordinadora; el último es el que toma notas del debate y finalmente redacta un resumen que luego se envía a los miembros del Foro, junto a la invitación para el encuentro siguiente. Hoy en día, unas 321 personas reciben las convocatorias de los debates, de las que suelen asistir una media de 50 a cada sesión, aunque las puertas están abiertas a cualquiera que quiera asistir. “La gente tiene distintas ideologías, pero se escucha con respeto, se deja exponer las opiniones de cada persona y siempre se aplaude al ponente, estés o no de acuerdo”, subraya Virginia Rodríguez-Sahagún. Ebstein recuerda una única ocasión en la que alguien trató de romper esa buena sintonía: “Un día aparecieron dos jóvenes; nos alegramos mucho, pero, de pronto, no mantuvieron las formas, y ellos mismos se retiraron”.

El profesor de Comillas José Luis Fernández

El trabajo de decisión de los temas y los ponentes, así como la organización de los debates, es tarea de la Coordinadora, de la que forman parte, además de Vitón, Ebstein, Rodríguez-Sahagún y De Piniés, el laico Luis Rueda y los jesuitas Javier Martínez Cortés y Alfredo Verdoy. El grupo se reúne, normalmente, cada dos meses para ver cuestiones organizativas y la lista de temas pendientes, previamente sugeridos por los participantes en el Foro o por los propios coordinadores. Para los próximos meses hay sobre la mesa una serie de temas que está previsto abordar: la crisis conyugal, para qué sirve un acelerador de partículas, problemas fiscales éticos, paraísos fiscales, la convivencia de las religiones… También hay algunas cuestiones que suelen ser recurrentes, como es el caso de los distintos tipos de energías, que casi todos los años se han tocado, de una manera u otra, aunque desde distintos puntos de vista.

En lo que se refiere al perfil de los participantes en el Foro, Rodríguez-Sahagún señala que se trata de “personas con unas inquietudes culturales, personas bien informadas, profesionales de cuadros de nivel medio y alto, embajadores, militares. Hay más hombres que mujeres, y estamos buscando aumentar el número de gente joven”, ya que la media de edad, asegura, “es alta”. La incorporación de las nuevas generaciones es, en opinión de todos, una asignatura pendiente, que se debe, a juicio de Vitón, a “las obligaciones familiares en muchos casos”. “Contactamos con las delegaciones de Juventud de los principales partidos políticos, con las comunidades de vida cristiana, con antiguos alumnos de instituciones de jesuitas, pero no con mucho éxito”, añade el religioso.

A día de hoy, este foro es el único de estas características que la Compañía de Jesús tiene en España. “En otras instituciones o Centros Loyola, ocasionalmente se organizan encuentros que pretenden lo mismo, pero no tienen una estabilidad o un formato como éste”, señala Vitón.

Todos hacen un buen balance de la primera década de vida del Foro Pedro Arrupe. “Misión cumplida”, afirma Max Ebstein, “pero en evolución y creciendo”, añade De Piniés. “Tenemos un buen producto, pero nos falta difusión”, opina Virginia Rodríguez Sahagún. Para José Ignacio Vitón, los pasos a dar de cara al futuro son claros: “Hay ilusión, hay ganas de afrontar los retos, entrar más en el mundo digital y de Internet, por donde además vemos que puede incorporarse más el público joven, deseando una mayor colaboración con otras instituciones interesadas para futuros proyectos comunes”.

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Pegados a la actualidad


El Foro aborda temas de gran actualidad y busca tener eco en los medios de comunicación, contribuyendo así a crear opinión. De hecho, como apunta Jaime de Piniés, uno de los coordinadores, “han salido publicados artículos en distintos periódicos, aunque no tantos como nos gustaría, como en el ABC; en diarios digitales, como Libertad Digital; en la revista Red Ignaciana también se suelen hacer eco…”. Asimismo, los resúmenes de cada debate se van publicando en un blog que se ha creado para seguir retroalimentando la discusión, www.foroarrupe.blogspot.com.

En lo que llevamos de año, el Foro ha abordado el tema de La crisis de valores en la cultura y la civilización de los jóvenes, a cargo del especialista en esta materia, Javier Gomá; ¿Es necesaria la Ley Electoral?, con la presencia de Manuel Jiménez de Parga, ex presidente del Tribunal Constitucional; La objeción de conciencia: problemas de reconocimiento y de sus límites, para el que el invitado fue Federico de Montalvo, profesor de Derecho Constitucional y abogado especialista en Derecho Sanitario; y La Union Europea y España, hoy, a cargo del diputado del Parlamento Europeo, Íñigo Méndez de Vigo.

En el nº 2.705 de Vida Nueva.

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