La crisis no nos dejará sin hogar

Las Cáritas diocesanas trabajan para garantizar el derecho a una vivienda

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Imagen del cartel de la campaña de vivienda de Cáritas Salamanca

(Victoria Lara) “Con el fin de combatir la exclusión social y la pobreza, la Unión reconoce y respeta el derecho a una ayuda social y a una ayuda de vivienda para garantizar una existencia digna a todos aquéllos que no dispongan de recursos suficientes”. Así reconoce la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, en su artículo 34.3, el derecho de los ciudadanos a tener acceso a una vivienda digna. Para garantizar este derecho fundamental, y conscientes de que hoy en día, sin una casa, la estabilidad familiar y la integración social son impensables, desde Cáritas Española se vienen atendiendo como necesidades de urgencia las demandas en materia de vivienda que llegan a las Cáritas Diocesanas y Parroquiales repartidas por todo el país (2.869 personas fueron atendidas en 2008 por la organización eclesial a través de los programas de vivienda, en los que se invirtieron algo más de tres millones de euros).

La crisis económica actual ha hecho que se incremente de manera importante el número de solicitudes, especialmente en el último año, en el que, según el III Informe del Observatorio de la Realidad de Cáritas, que recoge los datos de la primera mitad del año 2009, las demandas de vivienda crecieron a nivel global un 44,9%. Esta cifra crece de forma considerable si nos fijamos en zonas concretas, como es el caso de Ourense, donde Cáritas Diocesana –a través de su Programa de Vivienda– ha notado en el último año un incremento de las solicitudes de ayuda de un 337% con respecto a 2008; y eso sólo en cuanto a ayudas para el pago de alquileres y gastos básicos de la vivienda.

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Viviendas de Protección Autonómica en Ourense

“El programa está funcionando muy bien. Tiene una evolución positiva, dado que la vivienda es un problema de índole social en tanto en cuanto todos los miembros de una familia, si quieren disfrutar de una casa en propiedad, deben empeñar todo el trabajo de su vida para pagarla”, afirma Miguel Angel Pérez de Juan Romero, director de Cáritas Diocesana de Ourense. Pero existen otras necesidades en materia de vivienda a las que dan respuesta, como las de colectivos específicos que necesitan un lugar donde poder ser acogidos temporalmente –es el caso de mujeres víctimas de trata o reclusos que salen de permiso penitenciario–, y las de personas que no tienen recursos suficientes, sobre todo jóvenes y mayores.

Dirigido a éstos últimos, Cáritas Diocesana de Ourense ha conseguido llevar a cabo un proyecto muy ambicioso: adquirir 22 Viviendas de Promoción Autonómica (VPA) en la capital orensana para ayudar a otras tantas familias a disfrutar de una vivienda digna y en unas condiciones económicas muy favorables, ya que las rentas de alquiler rondan los 150 euros mensuales, mientras que el precio medio de un alquiler en Ourense es de 400 euros.

Los pisos, ubicados en la calle Rafael Dieste de la ciudad, tienen una superficie de 40 metros cuadrados útiles, distribuidos en un dormitorio, un salón, un cuarto de baño completo y una cocina totalmente equipada. Aunque los apartamentos se alquilan sin amueblar, si algún inquilino lo desea, Cáritas aporta la cantidad necesaria para dotar de mobiliario el piso, que luego el adjudicatario podrá devolver en pequeñas cantidades sin intereses. Se presentaron un total de 43 solicitudes, por lo que Cáritas ha tenido que valorarlas en función del nivel de ingresos percibidos en cada unidad familiar y del número de miembros de dicha unidad. Desgraciadamente, “no todas las personas pueden acceder a este recurso, aun a pesar de que nos gustaría que el mercado inmobiliario tuviera un área más social”, señala Miguel Ángel Pérez.

Campaña específica

El drama para muchas otras familias no es acceder a una vivienda, sino poder pagar el alquiler de la que habitan. Esto es lo que ha hecho que Cáritas Diocesana de Salamanca decidiera promover una campaña específica para ayudar a estas personas. “Estamos en una provincia con más de 27.000 parados, de los cuales la mitad aproximadamente ha agotado las prestaciones por desempleo, por lo que incluso el alquiler, a los precios a los que está hoy en día, se hace muy difícil”, asegura la directora de Cáritas Salamanca, Carmen Calzada, quien señala un hecho que vienen observando las distintas Cáritas desde hace más de un año: “Ante la falta de trabajo, vemos que también hay familias normalizadas con problemas para mantener la vivienda; de hecho, en Salamanca hay unas 5.000 familias en las que todos los miembros se encuentran en el paro”.

En-vivo-vivienda-salamancaLa última campaña ha tenido como lema Con tu ayuda, se alquila, pues el mensaje fundamental que se quería transmitir es que, además de las administraciones, todos podemos contribuir como ciudadanos a que se mejore el acceso a la vivienda mediante el alquiler como forma general, y no sólo como alternativa para aquéllos que no pueden acceder a un techo de otra manera. Para conseguir fondos, se destinan todas las colectas de las iglesias de la diócesis de un domingo concreto, a ayudar a las familias y personas con graves problemas de pago de alquiler. En concreto, en 2009 se eligió el domingo 20 de diciembre, aprovechando la solidaridad que parece empapar a todos durante las fiestas navideñas. En la convocatoria anterior, en 2008, la recaudación ascendió a más de 79.000 euros. Esta cantidad, unida a los donativos que a lo largo de todo el año llegaron a Cáritas, así como la colaboración extraordinaria realizada por el clero diocesano, permitió destinar un total de 135.000 euros para poder dar unas 500 ayudas de alquiler.

Según Carmen Calzada, “sólo intervenimos en los casos de alquiler y desahucio, pero no en el pago de hipotecas, casos en los que intervenimos a través de la Asesoría Jurídica para hacer de intermediarios con los bancos y ver qué posibilidades de plazos hay para abonar”. En muchos casos, las necesidades de las familias no son sólo económicas, sino también de asesoramiento.

Con el fin darles respuesta, Cáritas Madrid, a través de la Fundación Constructora Benéfica, puso en marcha hace un año el Servicio de Orientación e Información para la Vivienda (SOIVI). Allí se atienden demandas relacionadas con información sobre ayuda a la adquisición o alquiler de viviendas oficiales, conocimiento de la oferta oficial y privada existente, ayuda en la cumplimentación de formularios y su presentación, entre otras cosas. En este primer año de funcionamiento, se ha atendido a 167 familias –más de un 95% son inmigrantes, en situación de paro o con trabajos muy precarios con bajos ingresos–, que, en su mayoría, han demandado información sobre situaciones de impago de hipotecas, y las consiguientes gestiones de negociación con las entidades financieras.

Actuar cuanto antes

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Miembros de SOIVI de Madrid

La principal dificultad a la que se enfrentan desde el SOIVI es que, en muchos casos, las personas que acuden lo hacen demasiado tarde, cuando llevan ya muchos meses sin pagar, por lo que, finalmente, acaban perdiendo la vivienda. “Uno de los factores más importantes es actuar lo antes posible –señala Juan José Millán, coordinador del proyecto SOIVI–, lo que nos lleva a pensar que, en la medida de nuestras posibilidades, hay que acercar nuestro trabajo a los usuarios y mejorar el nivel de formación o información de trabajadores sociales y voluntarios”. Para ello, por un lado, se ha impartido una jornada de formación, dirigida al público en general, sobre las cuestiones más relevantes que se atienden en la oficina; y, por otro lado, se ha proporcionado apoyo a las vicarías que lo han demandado para establecer un SOIVI propio en su ámbito geográfico. Tres vicarías ya tienen un servicio en funcionamiento y otra realiza una actividad similar.

Este nuevo servicio viene a complementar los programas habituales que ya se vienen prestando a través de Constructora Benéfica, una fundación de Cáritas Madrid gracias a la que se impulsan proyectos de rehabilitación y adecuación de viviendas, así como obras gratuitas de adaptación de domicilios para mayores y discapacitados en situación de exclusión o vulnerabilidad social. Aunque siguen llegando solicitudes para estos programas, la subdirectora de la fundación, Julia Iñigo, asegura que “no se ha notado un especial incremento durante el último año”.

En definitiva, desde Cáritas consideran que todo esfuerzo es poco para que la crisis económica no deje a nadie sin un hogar digno donde vivir, porque, como asegura la directora de Cáritas Salamanca: “Intentamos siempre que las familias no se queden en la calle”.

En el nº 2.693 de Vida Nueva.

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