Libros

Voluntarios en prisión


Un libro de Cristobal Sánchez Blesa y Xavier Caño Tamayo (PPC, 2012). La recensión es de José Luis Segovia Bernabé

Voluntarios en prisión, Cristobal Sánchez Blesa y Xavier Caño Tamayo, PPC

Voluntarios en prisión. Ciudadanía en la sombra

Autores: Cristobal Sánchez Blesa y Xavier Caño Tamayo

Editorial: PPC, 2012

Ciudad: Madrid

Páginas: 219

JOSÉ LUIS SEGOVIA BERNABÉ | El ámbito penitenciario ha sufrido importantes transformaciones en los últimos años. Aunque la cárcel siga siendo “el lugar donde todas las incomodidades tienen asiento” (Cervantes), ciertamente se ha vuelto más porosa a la sociedad civil.

Solidarios para el Desarrollo es una de las encomiables entidades del tejido social solidario que desarrolla desde hace 25 años programas de intervención en prisión. A ella pertenecen los autores del libro, con dilatada experiencia en este medio. Sin embargo, no se trata de un autobombo de lo que esta ONG hace, sino más bien de socializar su experiencia y ponerla al servicio de quien decida participar en una acción voluntaria en la cárcel desde cualquier entidad.

Lo primero a celebrar es su planteamiento. La segunda parte del título lo deja bien claro: Ciudadanía en la sombra. El texto va dirigido a voluntarios presentes y futuros. Por eso no les hurta una verdad molesta: no se puede entender la cárcel sin hacerse cargo de lo que pasa fuera.

Hablar de ciudadanía en el espacio cárcel es entender a la perfección cuáles son los déficits que hay que combatir. Por eso a la cárcel se la supera creciendo en ciudadanía, entendida como participación y ejercicio efectivo de derechos sociales y económicos, en auténtica justicia social y humanizando el funcionamiento de tribunales y reclusorios.

Ciudadanía democrática desde la crítica social, pero sin concesiones a la demagogia ni a planteamientos simplistas o maniqueos. Sin agotarla en la cárcel, traducida en acompañamiento de los itinerarios vitales y sensibilización fuera de sus muros.

Otra línea de fuerza es la apuesta por las posibilidades de los reclusos y el papel del voluntariado. Ello exige formar personas autónomas, capaces, perfectibles y responsables de sus actos. Hay que huir del “pobrecito preso” tanto como del juicio moral al encarcelado. Se “es” persona, solo se “está” presa.

Por eso, la fe en el ser humano encarcelado es otra nota destacada que bulle aquí. Ello reclama un voluntariado maduro, competente, creativo, sensato, crítico, fiable y todas unas notas que, lejos de una visión heroica, lo acercan a gente corriente que simplemente se ocupa de gente corriente que ha tenido dificultades en la vida.

Objetividad y pasión

No es un libro confesional ni religioso. Sin embargo, quienes militamos desde posiciones cristianas encontramos en él una excelente ayuda para conocer el medio penitenciario. Trata lo religioso con respeto, previene frente a cualquier tentación proselitista y remite a las capellanías correspondientes para estas cuestiones. Está escrito con objetividad y pasión, en un lenguaje fluido, vital, dotado de una plasticidad que facilita visibilizar lo que narra.

Pretendiendo dotar de herramientas y habilidades al voluntariado, aúna el rigor de los datos que fundamentan la crítica al sistema penal y penitenciario, expuestos sin aburrir, presentando sin sensacionalismo el día a día de una prisión, con las cualidades y los fallos del voluntariado, con el funcionamiento real de la institución, las relaciones con los funcionarios y con profesionales del tratamiento.

Presenta los chismes y rumores que se propagan por los módulos o las preguntas más frecuentes de los voluntarios al iniciarse en este campo. Finalmente, se completa con una selección de webs y libros de obligada lectura para tener la competencia que este ámbito del sufrimiento humano reclama.

En síntesis, el libro equipa al futuro voluntario con un buen bagaje de competencias básicas, capacidad crítica, olfato y sensibilidad humana. Con las necesarias dosis de prudencia y sentido común, le dispondrán para contribuir a humanizar el sistema penitenciario y para transformar la sociedad de la que es exponente y, además, como proponen los autores, ¡disfrutando! Casi nada.

En el nº 2.817 de Vida Nueva.

Actualizado
27/09/2012 | 16:36
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