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Vencer la impaciencia con ilusión y esperanza


De Antonio Fuentes Mendiola (Desclée De Brouwer, 2008). Recensionado por Marina de Miguel

 

Vencer la impaciencia con ilusión y esperanza

Autor: Antonio Fuentes Mendiola

Editorial: Desclée De Brouwer

Lugar: Bilbao

Páginas: 266

 

(Marina de Miguel) La impaciencia ha terminado por convertirse en muchos casos en una especie de virus agresivo que amenaza la tranquilidad y la misma convivencia”. Inquietud, zozobra, tensiones, preocupaciones, nervios, cansancio… parece que en la agenda de la vida no hay ni siquiera unos segundos para la paz y el sosiego o, lo que es lo mismo, detenerse y respirar hondo. Lo curioso es que, según explica Antonio Fuentes Mendiola, en una sociedad tan civilizada y próspera como es la actual, resulta paradójico que el hombre se haya convertido en mera marioneta sometida a los antojos del frenético ajetreo. Con Vencer la impaciencia con ilusión y esperanza, el doctor en Teología y profesor de Sagrada Escritura hace suya una preocupación que Benedicto XVI expresó al principio de su pontificado: “el mundo es redimido por la paciencia de Dios y destruido por la impaciencia de los hombres”. “Era la suya una llamada a la sensatez, al dominio de sí, a tomarse la vida con más serenidad”, reflexiona al respecto para luego indicar que, con ella, abría a quienes la escuchaban, “a un horizonte mental más amplio, a calar en el verdadero significado de la virtud de la paciencia”. Contagiado por el mismo espíritu, el profesor aporta una serie de recetas con las que imprimir a la vida un ritmo más humano. La impaciencia, indica en este libro cuajado de sugerentes y amenas anécdotas, no es signo de fortaleza, sino de debilidad: la avidez por alcanzar un logro en cualquier ámbito lo único que provoca es ansiedad e inquietud.

Pero -advierte Antonio Fuentes Mendiola a continuación-, el aprendizaje de la paciencia implica grandes dosis de interés, coraje y decisión, herramientas con las que lograr vencer el desánimo y la derrota que seguro espera en alguna de sus etapas. Por eso, el héroe que quiera rescatar su propia vida de la garras del tiempo debe llenarse de fe y esperanza, además de recordar que cuenta con la ayuda inestimable de la virgen María. “En María hallamos el Amor de nuestros amores, el que nos ayudará a vencer tantos agobios, inquietudes e impaciencias”, alienta Mendiola instando al lector a convertirse en verdaderos constructores de la paz, la serenidad y la alegría que requiere este mundo, sumido en tantas ocasiones en tristeza y pesimismo. Gracias a la paciencia “el hombre podrá superar el odio con el amor, la venganza con el perdón, la intolerancia con la comprensión. De todos se sentirá amigo, de nadie enemigo”, concluye.

Publicado en el nº 2.629 de Vida Nueva (Del 27 de septiembre al 3 de octubre de 2008).

Actualizado
26/09/2008 | 07:59
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